08 septiembre, 2016
Los diputados locales se ponen irritables cuando se les pregunta acerca de lo vociferó su compañera de legislatura Juana Cruz Bustos acerca de esos «acuerdos millonarios» a los que se refirió derivado del análisis de algunas cuentas públicas de 2015.
En el Congreso Local, todos se preguntan ¿qué llevó a la legisladora a despotricar de esa forma? ¿Es honesta o demasiado mentirosa?… Por salud institucional, la priísta está obligada a desmentir sus dichos o bien a ratificarlos porque sería grave que en los pasillos de este poder se negociaran por dinero los estados financieros.
Juana Cruz debe entender que tener una «lengua viperina» le podría ocasionar más problemas porque sencillamente puso en entredicho la actuación y la honestidad de 31 diputados quienes le han perdonado a la política que haya hecho tales declaraciones.
Además, Roberto Zamora Gracia, presidente de la Comisión de Finanzas y Julio César Álvarez García, presidente de la mesa directiva del Congreso se han los occisos -políticamente hablando- cuando se les pregunta sobre este tema, por lo que ambos rehuyen ante un cuestionamiento demasiado incómodo.
Por ello, la diputada local está obligada a demostrar que sus palabras tienen seriedad, y que por lo tanto, deben contribuir a destapar un escándalo de posible corrupción en este poder -según los acuerdos millonarios que argumenta-, porque de lo hacerlo reiteramos quedará como una mujer mentirosa y que tiene una lengua viperina demasiado larga.
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