¿Cacería de brujas?…

02 febrero, 2016

Mucho se hablará sobre la detención del exdiputado federal perredista, Alberto Amaro Corona, pero lo cierto es que hay dos aspectos fundamentales; el primero de ellos es que nadie puede estar por encima de la ley y la segunda, es cuando un caso se politiza.

En el primero de ello, el perredista es acusado desde 2012 de haberle disparado en el rostro a un hombre, rival en el mundo de los tianguistas, por lo que después de casi cuatro años quedó bajo arresto por parte de la policía de investigación de Tlaxcala.

Sobre el caso podrían surgir múltiples preguntas, pero lo cierto es por qué hacerlo en pleno proceso electoral local, y quizás encontraremos que finalmente era una petición de la Fiscalía del estado de Puebla. Sin embargo, queda a la especulación de que si la «cacería de brujas» ha comenzado en Tlaxcala.

De ser así, resultaría gravoso para la democracia que se mezclaran dos aspectos. Por ello, Amaro Corona deberá responder ante la justicia en el estado vecino, y por la otra el PRD deberá analizar qué pasará con la candidatura del mismo precandidato quien se había colocado el primer lugar de la «pluri».

Además, en los corrillos del sol azteca se dice que Alberto Amaro, quien es diputado local suplente de Salvador Méndez Acametitla, ya era vigilado por la policía de investigación desde días anteriores, por lo que esperaron el momento justo para concretarlo. ¿Por tal razón Amaro buscaba fuero y presionaba a su homólogo a pedir licencia al cargo?…

Del mismo modo, se podría decir que si desde el gobierno pretenden afectar la imagen de Lorena Cuéllar Cisneros, precandidata a la gubernatura de Tlaxcala, por lo que los efectos reales de verán más adelante, pero ojalá que los demonios no anden sueltos, hay que tenerlos encadenados.

Insistimos que la justicia jamás se debe mezclar con la política porque cuando sucede tal caso, los efectos pueden ser múltiples. Y que quede claro que la impunidad, es la peor amiga de la democracia.

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