Opinión: Festejo/ Índex Feu/ Escribe Edgar R. Conde Carmona

27 enero, 2016

¿Qué festejarán en el CDE del Partido Acción Nacional con la decisión de la dirigencia nacional de no ir en candidatura común en Tlaxcala, con el PRD, por la gubernatura de Tlaxcala?

Se antoja una empresa titánica que un solo partido, dividido desde los cimientos, pueda consolidar un triunfo en las elecciones de este año y arrebatar al PRI la gubernatura.

Son varios aspectos que apuntalan esta dificultad. Aunque se quiera minimizar a partidos como el Verde Ecologista, el Socialista o Nueva Alianza, en suma representan los votos que pueden ser el fiel de la balanza en el proceso.

Las elecciones, no olvidemos, se ganan con un voto. Y en este sentido la mega alianza fortalece a un priísmo que no termina por convencerse de su futuro candidato.

La inminente candidatura de Adriana Dávila, que ha sido muy bien vendida por la Senadora, puede no ser la formula correcta.

Recordemos que la apizaquense viene de dos estrepitosas derrotas; la primera cuando perdió la gubernatura con Mariano González Zarur, y después su arribo al Senado en tercer lugar.

No podemos perder de vista que en esta elección, el PAN no cuenta con el apoyo irrestricto de la Presidencia de la República que tuvo en la elección anterior.

Y aunque Dávila Fernández se apropió del aparato del CDE del PAN, la maniobra provocó severas fracturas internas que pueden generar una desbandada del blanquiazul.

Falta dirimir, todavía el proceso interno en el que Alejandro Aguilar incrementará su posición de negociación a pesar de los severos problemas de inseguridad que arrastra en Huamantla.

En esta dinámica, con tres o cuatro candidaturas (PRI y sus aliados, PAN, PRD, PAC y los que salgan), el voto se volatiliza, al estar dividido entre un mayor número de opciones.

Se trata, pues de un festejo adelantado. Hay que esperar si el festejo se prolongará en los próximos cuatro años y ocho meses.


No es más el hombre que más hace, sino el que más sabe (Cervantes)

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