03 diciembre, 2015
La publicación de la convocatoria para elegir candidato a gobernador por el PRI, sin duda, generó un hervidero de pasiones entre la militancia priísta, pero también pido al descubierto que un divisionismo se avizora dentro de este instituto político a tal grado que el método de selección será totalmente amañado.
En este orden de ideas, este miércoles fue claro en el sentido de que Marco Antonio Mena Rodríguez, dicen que será el «delfín» de Mariano González Zarur, pero alguien muy cercano al actual mandatario le expresó a varios reporteros que precisamente el diputado local «sólo es un buen muchacho y muy educado, pero no ha tenido los méritos para ser postulado».
Por ello, esto obliga a pensar que Ricardo García Portilla, actual diputado local jamás desobedecería a su padre político, Mariano González Zarur, por lo que el PRI está frente a una encrucijada, puesto a que los delegados tendrán qué decidir quién será el ungido, una vez reciban «línea» de las altas esferas del tricolor.
Además, ayer fue evidente cómo Ricardo García Portilla, también pidió hacer unos de la palabra, y prácticamente, Mena Rodríguez le arrebató el micrófono, una vez que el delegado del CEN del PRI, Javier Michel Díaz, terminaba de hablar.
Esto demuestra que Mena Rodríguez, quiso llevarse la tarde, empero, su adversario de contienda le dejó claro que irá con todo para embolsarse la candidatura a la gubernatura del estado, pero habrá que esperar a ver cuántos aspirantes más del tricolor se registrarán.
Del lado de Mena Rodríguez, se observó la cargada de alcaldes, diputados locales que abandonaron sus funciones para «alinearse» al igual que Enrique Padilla Sánchez actual diputado local.
En este escenario lleno de complicaciones, uno se pregunta ¿por qué el gobernador mandó a dos personajes tan cercanos a la batalla? ¿García Portilla, se unió a la lista de los rebeldes? ¿El CEN del PRI qué juego pretende? ¿Mena Rodríguez, le garantiza al PRI un triunfo?…
Sencillamente, las cosas se pondrán rudas, toda vez que el control de los delegados del PRI, lo tiene González Zarur y su hijo, por lo que estamos frente al preámbulo de una ruptura de grupos priístas que algunos de ellos están dispuestos a apoyar a otra opción política en caso de una mala decisión.
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