21 abril, 2014
Desde la REDACCIÓN
Simplemente, al auditor superior, Crispín Corona Gutiérrez, han comenzado a bloquearlo políticamente los actuales diputados e integrantes de la Comisión de Finanzas y Fiscalización al prohibirle que maneje a su antojo los nombramientos de tesoreros en los municipios.
Sin embargo, el diputado priísta, Albino Mendieta Lira, no ha podido sustentar sus declaraciones totalmente “amarillistas”, en el sentido de que en los municipios supuestamente hay una mafia de “tesoreros chapulines”.
Lo anterior, deja entrever que son los propios legisladores quienes buscan acomodar a sus recomendados en diversos ayuntamientos de la entidad, tal y como lo convinieron la semana pasada en una reunión que celebraron “en lo oscurito”.
Trascendió que dicha decisión molestó al titular del Órgano Superior de Fiscalización (OFS), quien hasta el trienio anterior impuso su voluntad al colocar a una serie de tesoreros y que varios de ellos dicen son sus compadres.
Esto nos lleva a pensar, que el asunto de la fiscalización de los recursos tiene varias aristas, pero la más notable es que lamentablemente hay vacíos y vicios en los mecanismos que aplica el OFS para la revisión de cuentas públicas.
Y queda claro que los diputados actuales no buscan cumplir con su labor, tal y como lo marca la propia ley sino sentirse poderosos y manejar a su antojo la revisión de cuentas públicas, y que al paso del tiempo se descubren anomalías.
Por lo pronto, a Crispín Corona Gutiérrez, han comenzado a bloquearlo -desde diversas trincheras- al grado que varios desean que su cabeza ruede -claro políticamente hablando- y para ello, usarán todas las argucias para derrocarlo.
Y surge la inevitable pregunta: ¿dónde queda el respeto a la ley? ¿dónde queda la labor de fiscalización de los legisladores?… La respuesta es sencilla, a los políticos la transparencia les importa un bledo, pues sólo buscan saciar la canija tentación. Así de sencillo, la moral en la política vale para una chin(…) ¿O no señores?…
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