23 julio, 2012
Por la REDACCIÓN
Como una muestra de afecto entre los pueblos cubano y mexicano, las autoridades de ambas naciones hermanaron el Festival Internacional de Títeres de Matanzas, Cuba, con el Festival Internacional de Títeres (FIT) “Rosete Aranda”, que se desarrolla en Tlaxcala, lo cual fortalece la unión cultural de estos países y la actividad de los marionetistas.
Previo a la función “El Circo”, que ofreció el Grupo Hilos Mágicos, de Cuba, el director del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC), Willebaldo Herrera Téllez, oficializó el hermanamiento con el director artístico del festival de Matanzas Cuba, Rubén Darío Salazar.
Herrera Téllez afirmó que existen múltiples vínculos entre un pueblo y otro, y que este acto simbólico sólo reafirmó la estrecha compenetración que han tenido personajes de ambas naciones en todos los ámbitos, entre ellos revolucionarios, literatos, artistas, políticos y deportistas, entre otros.
Citó, por ejemplo, que el poeta cubano Nicolás Guillen sostuvo una amistad fraternal con el escritor y también poeta Miguel N. Lira, y que la casa que actualmente alberga a la representación del Gobierno de Tlaxcala en el Distrito Federal fue ocupada por el héroe libertario José Martí.
“No es que no hayamos sido hermanos antes, siempre hemos sido hermanos y siempre que los cubanos vienen a ésta, su casa, claro que nos llenan el corazón de felicidad y alegría. Así que es un reencuentro, ya somos hermanos históricamente. Creo que la cultura titiritera en nuestro país hace posible el sueño de Simón Bolívar de que todo el continente americano sea hermano de raza, lengua, costumbres y tradiciones”, remarcó.
Por su parte, el director artístico del Festival Internacional de Títeres de Matanzas, Cuba, Rubén Darío Salazar, reconoció el trabajo de los organizadores del FIT “Rosete Aranda” y al Gobierno de Tlaxcala porque le han apostado a la cultura, y “al desarrollo de las mentes humanas, de los niños y los adultos, pero sobre todo porque promueven un arte único y antiquísimo como es el de los títeres”.
Igualmente coincidió en que el hermanamiento de los festivales de marionetas, sólo refrenda los lazos que ya existen entre ambos países. “Éste es un acto de justicia cultural a la actividad titiritera, volver a Tlaxcala para hermanar a los festivales de Tlaxcala con 27 años y el de Cuba que sólo tiene 10 años es un símbolo de la amistad y hermandad que ya tenemos”.
Aseveró que el FIT de Tlaxcala es un festival de prestigio, que se honra con el nombre de los Rosete Aranda, cuya familia del siglo XIX, originaria de Huamantla, sentó las bases de una tradición en la entidad que ha traspasado fronteras.
Mencionó que en todas sus ediciones el FIT “Rosete Aranda” ha tenido la participación de grupos de los continentes de América, Europa y Asia, por lo que el de Matanzas Cuba se enorgullece de ser su hermano.
Para ratificar este acto, Willebaldo Herrera, en representación de los tlaxcaltecas, entregó un bastón de mando tallado en madera a Rubén Darío, y le explicó que esa pieza testimonia la autoridad, la sabiduría y la gran experiencia que tenía el anciano mayor de la tribu tlaxcalteca.
Además, le dio una rama con los cuatro señoríos que integraban la República de Tlaxcala; en tanto que el representante cubano retribuyó esos presentes con una mascota del festival de Matanzas, Cuba, que cedió el diseñador escénico de la misma, Zenén Calero Medina.