PIRATAS

23 julio, 2012

Escribe EDGAR R. CONDE CARMONA

edgarconde@indicemedia.com.mx / www.twitter.com/su_excelencia

El que la Secretaría de Comunicaciones y Transporte del Estado (Secte) reconozca  la existencia de unidades “pirata” en el sistema de transporte público, ya es ganancia.

Indigna, sin embargo, que la propia dependencia estatal reconozca la existencia de 600 unidades irregulares que prestan el servicio.

Más lamentable resulta saber que la propia Secte sabe que esas unidades se pueden identificar “porque no usan colores autorizados, ni tienen rotulada la ruta que cubren, ni portan el número de sitio al que pertenecen, así como tampoco portan la terminación WWB” en sus matrículas.

Y lo mismo da si son combis, microbuses, taxis…

Genera la misma indignación que la dependencia acepte que esta situación obedece a que cuenta únicamente con 36 inspectores para revisar poco más de cinco mil unidades de transporte público que circulan en el territorio estatal.

O es exceso de ineficacia, o se trata de falta de imaginación, o de plano es la única justificación.

¿Acaso no puede existir un trabajo coordinado entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal?

El problema radica en que decenas de miles de usuarios del transporte público están en riesgos constantes frente a transportistas que trabajan en la clandestinidad. Y en caso de algún percance no habrá quién se responsabilice de los seguros que, se supone, deben ser obligatorios en cada viaje.

No es la primera vez en la que este delicado tema se aborda a través de los medios de comunicación; como tampoco es la primera ocasión en que las autoridades se hagan de la vista gorda en este problema que puede derivar en costos políticos.

Dejemos claro que, pese a ello, existen responsables directos que, de no tener acciones concretas en el corto o mediano plazos, tendrán que enfrentar las consecuencias de su falta de acción.

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