ENCRUCIJADA PANISTA

16 julio, 2012

Desde la REDACCIÓN

En el interior del Partido Acción Nacional (PAN), la militancia aún no han cabida a lo que ocurrió en la pasada elección federal, en la cual Adriana Dávila Fernández, sólo entró de panzazo al Senado de la República.

Derivado de lo anterior hay panistas que andan verdaderamente preocupados porque simplemente el fin de su época política pronto terminará. Y es que se acostumbraron -desde hace 12 años- a vivir del erario público y a ocupar posiciones de poder.

En este sentido, panistas como el engreído Sergio González Hernández, Benjamín Ávila Márquez y Adolfo Escobar Jardínez,  se acostumbraron a ocupar distintos cargos a nivel estatal y federal, por lo que ahora su tiempo político se está agotando.

Es válido decir que dichos panistas al igual que otros fueron políticos de circunstancias, que aprendieron a negociar espacios tal y como se los enseñó su padrino político, Roberto Texis Badillo quien sabe perfectamente lo que es el arte de la política.

Por ello, los ánimos dentro del PAN, han comenzado a cambiar y esperan que su líder estatal, Sergio González Hernández, tenga el valor de renunciar porque simplemente los resultados que entregó fueron pésimos. Están a la vista de todos.

Con respecto al futuro de Adriana Dávila, sólo será de seis años más porque no le quedará oxigeno políticamente hablando para buscar por segunda ocasión la gubernatura de Tlaxcala.

Y es que la apizaquense ya no tendrá a su padrino político, Felipe Calderón Hinojosa, en la presidencia de la República, ya no tendrá el mismo poder con las estructuras del PAN, ya no tendrá el mismo poder económico para poder operar electoralmente.

Por lo pronto, la panista dejó de contestar llamadas telefónicas de sus seguidores y varios de ellos han comenzado a buscar nuevos horizontes dentro y fuera del PAN, porque simplemente deducen que la apizaquense está cegada de poder.

En cuanto a Héctor Ortiz Ortiz, las interrogantes de su derrota aún siguen permeando y lo que se preguntan muchos es qué falló. Lo cierto, es que el orticismo está debilitado y que la guerra mediática en su contra permeó por parte del gobierno del estado.

Así es que Ortiz Ortiz está en una franca encrucijada y viviendo la peor etapa de su vida política llena de traiciones por parte de los que se decían ser sus incondicionales.

En términos generales, el Partido Acción Nacional (PAN) enfrenta un serio problema de credibilidad y por ello, tendrá que renovarse si es que desea regresar al primer plano de la política nacional y estatal.

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