10 julio, 2012
Por la REDACCIÓN
Para verificar personalmente la atención que han recibido las familias afectadas por las fuertes lluvias del pasado 24 de junio en el sur del estado, así como sus necesidades, el Gobernador Mariano González Zarur regresó nuevamente a los municipios dañados, en compañía del director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo.
El mandatario y el funcionario federal visitaron algunas de las viviendas que están asentadas a la orilla del Zahuapan –Atoyac y las que están ubicadas en las calles que presentaron inundaciones en los municipios de Natívitas, Tepetitla e Ixtacuixtla, para conocer la situación en la que se encuentran.
A su arribo a la comunidad de Atotonilco, Ixtacuixtla, el mandatario dialogó personalmente con los habitantes, como lo ha hecho siempre, quienes le expusieron sus necesidades y las afectaciones que sufrieron por la contingencia del mes pasado.
Ante decenas de pobladores, Mariano González reiteró que su Gobierno siempre ha sido cercano a la gente y por ello regresa a las comunidades para conocer de primera mano cómo se ha atendido la contingencia. Justamente por eso escuchó abierta y ampliamente a pobladores, quienes le solicitaron incrementar los apoyos para las familias.
Asimismo, recorrieron las zonas aledañas al río y las viviendas asentadas en su cauce, por lo que el Gobernador propuso analizar la reubicación para prevenir otra contingencia.
Al constatar la situación, Luege Tamargo instruyó al director local de la Conagua, Carlos Morales Badillo, para que se realicen tres acciones inmediatas: desazolvar, dragar y delimitar el río Zahuapan-Atoyac, para evitar un nuevo desbordamiento.
En esta visita, el funcionario federal acordó con el Gobernador las acciones que harán de manera conjunta, a efecto de prevenir más inundaciones en esa zona.
Adelantó que la Conagua se sumará a la labor –junto con los gobiernos estatal y municipal – de analizar la reubicación de las familias que habitan a escasos metros del cauce, y sostuvo que para ello se tiene que delimitar la zona federal en lugares como Atotonilco, Ixtacuixtla y en San Mateo Ayecac, Tepetitla.
Por su parte, Mateo Morales Báez, director del Instituto Estatal de Protección Civil (IEPC), precisó que en Atotonico se ubican 90 viviendas a escasos metros del río, en una longitud de unos dos kilómetros, por lo que la delimitación que impulsará la Conagua servirá para prevenir cualquier eventualidad.
Agregó que tanto los gobiernos municipales, que son el nivel institucional más cercano a los ciudadanos, como los propios habitantes, deben realizar acciones preventivas para resguardar su integridad, y en este caso, evitar asentarse en zonas de riesgo.
Posteriormente, la comitiva se trasladó a la comunidad de San José Atoyatenco, Natívitas, en donde, ante productores que perdieron hortalizas, el Gobernador giró instrucciones al Secretario de Finanzas, Ricardo García Portilla, para que a la brevedad libere recursos estatales que sirvan para resarcir una parte de los daños a sus plantíos.
El recurso económico que se les entregará a los campesinos afectados será para que adquieran desinfectantes para sus productos.
En su estancia en San Mateo Ayecac, del municipio de Tepetitla, González Zarur instruyó al secretario de Obras, Desarrollo Urbano y Vivienda (Secoduvi), Roberto Romano Montealegre, para continúen los trabajos de desazolve del afluente y se refuercen los bordes.
En este trayecto, el jefe del ejecutivo local y Luege Tamargo estuvieron en la barranca de Briones en Zacatelco, en donde el pasado 28 de junio se presentó un desfogue pluvial e inundó algunas viviendas de la zona.
En esa comuna, el mandatario afirmó que la Secoduvi redoblará los trabajos de compactación y bordeo de la barranca para salvaguardar la vida de las familias del lugar.
La presidente municipal de Zacatelco, Blanca Águila Lima, reconoció el apoyo incondicional que ha recibido por parte del gobierno del Estado ante esta contingencia, y ahora de la federación. Estimó que son 12 hectáreas de cultivos de maíz siniestradas y 2.5 kilómetros de un cauce que estaba totalmente azolvado, por lo que la corriente se desbordó.