03 diciembre, 2025
La autoridad estatal va a cacaraquear la inauguración de la nueva sede de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), sin embargo, un sector de la población quiere que sus calles y hogares sean más seguros.
De qué sirve hacer una inversión millonaria donde el secretario de Seguridad, Alberto Perea Marrufo goce de una nueva oficina si delitos de alto impacto no ha podido frenarlos.
La inseguridad ha sido la piedrita en el zapato de este sexenio donde los secuestros, la trata de personas, la operación de laboratorios clandestinos de droga, los robos, los asesinatos, las balaceras, el huachicol están presentes.
El gobierno federal se ha visto más activo para lograr desmantelamientos de posibles narcolaboratorios, y de centros de extracción ilegal de combustible.
Sin embargo, las mediciones de casas encuestadoras serias hablan de una disminución notable, en cuanto al posicionamiento de la mandataria Lorena Cuéllar frente a la sociedad.
La narrativa oficial no cambia porque sigue empecinada en decir que Tlaxcala sigue siendo un estado seguro, mientras que la percepción ciudadana opina lo contrario. Hay malestar.
Las mediciones circulan en la opinión pública, y las víctimas de diversos delitos podrían expresar la realidad.
Sencillamente, Perea Marrufo ha sido el peor secretario de Seguridad Ciudadana que ha tenido Tlaxcala en la historia más reciente. No lo digo yo, sino las voces ciudadanas.
De qué sirve tener nuevas oficinas de la SSC, de qué sirve contar con un C5i más “sofisticado”, de qué sirve tener más patrullas nuevas, si hay más policías mal pagados y una inseguridad creciente. Más sanguinaria.
Si estuviéramos seguros en Tlaxcala entonces ¿por qué compra camionetas blindadas para integrantes de una familia?…
Tengo claro que hay tres personajes que deben una unidad blindada: Gobernadora, fiscal General de Justicia y secretario de Seguridad. ¡No más!…
Es la “austeridad republicana” en tiempos de la T-4.
¡Buen miércoles!…