TLAXCALA VERGÜENZA NACIONAL

20 mayo, 2012

* Los esfuerzos han sido inútiles

Si, como asegura Helen Le Goff, integrante de la Organización Internacional para las Migraciones, Tlaxcala encabeza la lista de trata de personas con seis víctimas que se han enviado para su explotación a Estados Unidos de Norteamérica, la sociedad tlaxcalteca vive severas fallas éticas y morales que urgen revisar.

No se trata de culpar expresamente a una instancia; pues todas las partes involucradas tienen una parte proporcional de responsabilidad en este asunto que van más allá, incluso, de nuestras fronteras.

No se trata de crear una nueva ley o una más severa. Lo dicho por la activista indica que, a pesar de que la entidad ya cuenta con una ley que sancione las actividades relacionadas con este ilícito, en el soterrado mundo del crimen organizado hay complicidades con instancias oficiales que impiden que la citada ley cumpla eficazmente con su cometido.

Es lamentable que sea una instancia extranjera quien venga y nos encare que Tlaxcala, Puebla, Guerrero y Veracruz, en ese orden, son las entidades mexicanas que registran importante incidencia de trata de personas.

Y duele más cuando Tlaxcala es uno de los 19 estados mexicanos que cuenta con una Ley en materia de trata de personas, pero que, en contraparte y para nuestra desgracia no cuenta con el reglamento de esa ley.

De nada servirán los operativos que se realicen en centros nocturnos, bares y antros, si a pesar de encontrar fallas administrativas en la operación de algunos de estos lugares, el fondo real del problema no se ataca de manera decidida, particularmente porque el problema no se para con “clausurar” una establecimiento comercial que violente las disposiciones oficiales.

La falta de un reglamento que aterrice la ley en materia de trata de personas, deja en un grado de indefensión total a las víctimas de este cáncer social y permite que la delincuencia organizada siga explotando a personas inocentes sin que exista un castigo por ello.

Por eso la importancia de que el Congreso de Tlaxcala agilice las acciones para que Tlaxcala homologue la ley estatal con la federal que permita no sólo sancionar a quienes exploten de cualquier manera a personas, sino sobre todo, erradicar un mal que nos ubica en un vergonzoso primer lugar a nivel nacional.

Urge no sólo un posicionamiento enérgico de cada una de las partes involucradas (poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, medios de comunicación, organismos no gubernamentales), sino acciones concretas y claras para que cada uno asuma su responsabilidad en aras de mejorar nuestra calidad de vida.

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