20 enero, 2020
En días pasados, el Gobernador Marco Mena acordó con Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera del Gobierno Federal, la creación en Tlaxcala de la Unidad de Inteligencia Patrimonial y Económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), con el propósito de fortalecer la rendición de cuentas y prevenir casos de corrupción.
Se informó que las Unidades de Inteligencia Patrimonial y Económica de las Entidades Federativas tienen la finalidad de prevenir y combatir operaciones con recursos de procedencia ilícita como lavado de dinero y financiamiento a actividades ilegales, entre otras.
Hasta ahí, el comunicado de prensa del Gobierno de Tlaxcala, está bien. Empero, queda la duda si realmente dicha unidad hará a fondo su trabajo, porque sería bueno que comenzaran a analizar toda la estructura de los tres poderes del Estado.
Y es que no basta ser investigadores mucho menos trabajar en áreas de inteligencia para darse cuenta cómo hay políticos y servidores públicos que se han enriquecido de la noche a la mañana.
Ojalá que dicho acuerdo, no solamente sea en los hechos sino que realmente combatan malas prácticas que han acumulado por años algunos actores de la vida pública, y que por saciar sus instintos, y salir de su pobreza económica hacen lo que sea necesario -en lo ilícito- para darse a notar.
Y sería bueno que comenzaran por analizar sus declaraciones patrimoniales para darse una idea de que la hambruna terminó y que los excesos son notables, solo deben echarle lápiz y ganas ambas instancias para cumplirlo.
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