01 agosto, 2025
No se puede pasar por alto lo que ocurre en Tlaxcala y en varios de sus municipios donde la violencia es marcada, y sobre todo en esas calles que se tiñen de rojo, mientras que la fiscalía guarda un silencio perpetuo.
Quizás el propio Gabinete de Seguridad sabe lo que pasa en localidades como Tlaxcala, Tequexquitla, Calpulalpan, Apizaco, San Pablo del Monte, Nativitas, entre otros.
La violencia desatada en Tequexquitla muestra el grado de inseguridad que priva en ese municipio, donde tiempo atrás, desde el sexenio de Marco Antonio Mena han sucedido actos cargados de saña.
La alcaldesa María Araceli Martínez menos su director de Seguridad, Víctor García Chever, no han sabido darle la tranquilidad a El Carmen, un punto rojo y refugio de algunos delincuentes.
Lo ocurrido ayer con el asesinato de “El Mocho” quien era supuestamente un tipo de cuidado sembró pánico entre los vecinos de esa zona.
Cuatro ejecutores dispararon sin piedad, y huían al amparo de la impunidad, con ese sello asesino y ante una seguridad invisible, nula.
Lo lamentable, es que la Fiscalía General de Justicia del Estado, dejó de informar lo que ocurriría ayer en ese municipio del oriente, al igual que otros hechos violentos. ¿Esa su política de comunicación callar?…
Por cierto, de qué factor depende de haya un mando coordinado de seguridad en esa localidad, al igual que en Calpulalpan, Tlaxcala, Nativitas, Apizaco, donde la inseguridad ha sentado sus reales.
Las estadísticas sobre actos ilícitos en Tlaxcala pueden descifrar un paraíso, pero hay una percepción de inseguridad y esa cifra negra, esos delitos que no se denuncian son palpables en Tlaxcala y todo México.
¡Buen fin de semana!…