08 julio, 2025
La ola de actos delictivos parece no cesar en Tlaxcala, aún cuando las autoridades estatales afirmen lo contrario, y que sustenten que los cuerpos aparecidos vienen a tirarlos.
Es preocupante que las acciones ilícitas aparezcan publicadas en los medios de comunicación, que tienen la “culpa” de informar sobre lo que sucede en Tlaxcala.
Tan solo los ataques directos, los robos con violencia, los linchamientos e intentos de linchamiento están ahí, a la vista de la propia ciudadanía.
Arriesgando su propia vida algunos pobladores evidencian con videos en las redes sociales atracos, levantones, persecuciones policiacas, etc.
Son ellos mismos, y no los medios de comunicación quienes revelan lo que ocurre frente a sus casas, comercios, en las mismas calles de nuestra entidad.
También la población ¿es culpable por evidenciar lo que no hacen los alcaldes?… o bien ¿Desde el C5i?…
No dudo que haya munícipe a que le pongan ganas al asunto de la seguridad, ¿pero quién de ellos está dispuesto a arriesgar su vida para frenar a las bandas delictivas que operan en varias demarcaciones?…
Dicen que en la Fiscalía General de Justicia del Estado, ya no se da abasto con las labores periciales, dada la carga de trabajo que hay en campo.
A casi dos años para que termine la presente administración le corresponderá a la máxima autoridad, hacer un balance concienzudo sobre la situación de inseguridad en Tlaxcala.
En Palacio de Gobierno tienen el pulso real de las cosas, y como dijera el señor López, “un presidente está enterado de todo, de todo”.
Sigo creyendo que la Gobernadora Lorena Cuéllar pone su máximo esfuerzo en todos los aspectos, pero varios de sus colaboradores no.
¿Los protocolos?…
Desde mi punto de vista el recién periodista galardonado por el Congreso del Estado, Juan Luis Cruz, debió hacer uso de la máxima tribuna de Tlaxcala, pero los “protocolos” no se lo permitieron, supuestamente.
Los diputados locales, más no el Congreso del Estado, debieron abrir los micrófonos de la máxima tribuna del estado, para el mismo galardonado de La Jornada de Oriente.
Y desde luego hacer valer dos principios uno constitucional o el otro, universal.
Cada periodista, simplemente, hace valer su respeto, basados en la libertad de expresión y de prensa, en su propio actuar en el ámbito social.
Vaya que las cortesías y los protocolos se los pasan por el arco del triunfo los señores diputados.
Esa descortesía no fue para el propio reportero de la fuente de ese poder sino para las y los periodistas de Tlaxcala.
Es más, ese decreto debería derogarse o abrogarse, según sea el caso, y que el gremio periodístico no permita que unos levantadedos decidan, según, haciendo creer que un jurado de comunicadores evalúa.
¿A qué le temen los diputados peregrinos de la calle Allende?… Mi reconocimiento a Juan Luis Cruz, un periodista ácido, crítico y puntilloso.
¡Buenos días!…