22 abril, 2025
Al calificar al incendio forestal de Atltzayanca como un “ecocidio”, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros responsabilizó de este siniestro a personas que realizaron una quema de pastizal y reprochó que se culpe de esto “a los demás”.
La mandataria aprovechó el acto de inauguración del Centro de Control y Comando (C2) municipal y la rehabilitación del Centro de Desarrollo Comunitario de Zitlaltépec, para retomar este tema y señalar que esta sociedad “se construye entre todos”. (dos párrafos entonados de La Jornada de Oriente).
Y creo como periodista que el incendio forestal de Atltzayanca también generó un sinfín de desinformación en las redes sociales al grado que la misma población de ese municipio fue víctima sobre lo que sucedió.
Es cierto, que las voraces llamas afectaron flora y fauna, que el fuego siempre será peligroso y que la ayuda oficial siempre estará en duda para quienes sufren del texto de las llamas.
Sin embargo, insisto que las fake news son una voracidad que hace mucho daño a una sociedad que consume más desinformación que información veraz.
En Atltzayanca se vivió un momento de tensión entre militares y elementos de la Guardia Nacional con pobladores de ese lugar que exigían más acción por parte del Gobierno de Claudia Sheinbaum frente al incendio.
Me llamó poderosamente dos frases que escuché de un video que circuló en las redes sociales.
La primera: “Que quede claro que el pueblo de Atltzayanca nos está tratando mal, está tratando mal al Ejército Mexicano… nos deberían de agradecer que estamos aquí”, espetó un elemento castrense con voz furiosa.
Mientras que la segunda voz, la de un poblador se escuchó: ”Esta no es la actitud que pueblo necesita, nuestro trabajo es exigirle más apoyo”.
En varios videos que escuché sobre la noche de este miércoles insultos de pobladores hacia la autoridad, y palabras de oficiales federales que distan mucho de lo que se requiere para sofocar las voraces llamas.
Considero que el pueblo no le debe agradecer a las instituciones públicas su apoyo, porque para eso sirven, porque pagamos impuestos, pero sí reconocerles su ardua labor.
Como periodista he cubierto distintos