Violencia: Al rojo vivo

12 marzo, 2025

Será que el pasado es cíclico y nuevamente Tlaxcala, regresa al escenario de terror que vivió en el sexenio de Alfonso Sánchez Anaya, cuando una oleada de secuestros, mentiras y chivos expiatorios abundó.

En esa administración hubo mandos policiacos ligados a la delincuencia organizada, y no es una afirmación de este columnista sino de la historia misma como la de un sujeto llamado Edgar Bayardo del Villar, hoy muerto, asesinado en 2009 en Polanco de la CDMX.

Al fungir como sub procurador General de Justicia, hizo y deshizo en una actuación llena de supuestas complicidades, misterios y hasta actos perversos con tal de “frenar” los plagios que se cometieron en Tlaxcala.

De lo anterior, Alfonso Sánchez Anaya, siempre evadió a la prensa al utilizar a un supuesto ruin de la información llamado Alfonso Brito Sánchez, y tratar de alterar un escenario y recrear una “isla de la fantasía” en Tlaxcala.

Hoy cuando el tiempo ha pasado nos damos por enterados que en la entidad, nuevamente se regó sangre en Ocotlán, comunidad de la capital, donde en la misma época de 1999 y 2000 hubo casas de seguridad y víctimas de este terrible delito. ¿Ya se le borró la memoria al exgobernador?…

Los periodistas tenemos memoria, y hoy quien gobierna la capital es Alfonso Sánchez García, un sujeto aislado de ser un verdadero político y lo peor, de carecer de una habilidad natural para darle la seguridad necesaria a las y los capitalinos. ¿En manos de quién están?…

Sus actuaciones son cobijadas desde la cúpula del Poder Ejecutivo, y cuyas ineficiencias pasan desapercibidas por un sector de la ciudadanía. Sin embargo, ha sido víctimas de delitos.

Una vez más le pregunto a Sánchez Anaya: ¿Bayardo quien terminó por ser testigo protegido por la Administración de Control de Drogas (DEA) cómo llegó a ocupar un alto mando en Tlaxcala?…

¿Qué pasa?

Ahora me refiero a las labores de inteligencia del Gobierno de Lorena Cuéllar, ¿están fallando?…

En menos de 20 días han sido rescatadas tres personas víctimas de plagio (Amaxac de Guerrero y Tlaxcala), en medio de balazos, violencia, sangre y un miedo vecinal que lo expresa en las redes sociales.

Pero sigo insistiendo ¿dónde quedan las labores de inteligencia para rastrear a dichos malandros sin el derramamiento de sangre?…

Por cierto, mi reconocimiento a las fuerzas federales como ayer sucedió en la comunidad de Ocotlán, con elementos de la Guardia Nacional (GN).

Definitivamente, se la rifaron para rescatar de las garras del peligro a un joven de 26 años, por quien pedían un posible rescate de tres millones de pesos, y testigos cuentan que iba ensangrentado. Esa versión no la ha desmentido la propia autoridad.

Y cada vez que la misma administración de Lorena Cuéllar da a conocer que han bajado los índices delictivos, el número de homicidios en Tlaxcala, segundos, minutos u horas más tarde surgen hechos de la nota roja que le refutan lo anterior. ¿Mala suerte?…

Con respecto a la actuación de la fiscal General de Justicia del Estado, Ernestina Carro Roldán, ahora le compete que los dos secuestros cometidos en menos de 20 días, no queden en la impunidad.

Lo real, es que grupos criminales de alta peligrosidad rondan en los principales caminos, calles y rincones del estado, mientras que altos funcionarios de seguridad, justicia y gobernabilidad tratan de confundir a la sociedad, y hacerles creer que Tlaxcala sigue siendo un estado seguro.

Bueno, para ellas y ellos porque traen camionetas blindadas, escoltas y armas registradas ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con el objeto de dormir aparentemente en tranquilidad, mientras que al resto de la sociedad se la lleve la chingada.

¡Nos leemos mañana!…

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