27 noviembre, 2024
¿De plano, la capital tlaxcalteca se ha convertido en un pueblo sin ley?… porque dicen que a los delincuentes les da lo mismo asaltar taquerías, restaurantes, casas habitación que robar vehículos, y lo peor del caso causar terror entre sus víctimas.
Mientras que la máxima autoridad de la pasa en actos sociales, sin una clara estrategia de seguridad pública; de plano anda durmiendo en sus laureles.
Desde que tomó Alfonso Sánchez las riendas de la ciudad de Tlaxcala han surgido voces de comerciantes que claman mayor seguridad, pero lamentablemente la T-4, les ha fallado como símbolo de esperanza.
Lo que sucedió al filo de la noche de ayer, es el tatuaje de lo que ocurre en las calles de la bella capital, donde un sujeto sin misericordia algún jaló el gatillo contra dos jóvenes quienes se resistieron a un asalto.
Claro está que el municipio más importante de la entidad, se encuentra desprotegido, y dentro de la percepción ciudadana hay miedo, total miedo para salir familiarmente en la noche a comer unos tacos, o bien en la tarde acudir a un restaurante.
Lo peor del caso, es que los delincuentes andan desatados, las ratas andan robando tranquilamente, y el alcalde pro morenista, Alfonso Sánchez, en un claro afán protagonista porque quiere ser gobernador.
Tlaxcaltecas de antaño recordarán que en la época en la cual gobernó su padre el delito del secuestro sacudió a la sociedad de nuestra entidad.
Y lo peor del caso fue darse cuenta quién era su subprocurador un sujeto que fue ejecutado en el año de 2009, ligado posiblemente a la delincuencia organizada.
Aclaro, no lo digo yo solo busquen en Google, el nombre de Edgar Bayardo del Villar, y ahí encontrarán la razón de mi comentario.
Hago la misma pregunta, la que hice como periodista en 2001… ¿Cómo llegó tal sujeto a Tlaxcala?…
Pobre capital tan lejos de Dios, y tan cerca de la delincuencia, y de un alcalde ineficaz, sin liderazgo social ni político, que solo ambiciona gobernar, sin sentido el estado.
La oposición, sin oposición
Está claro que la llegada de Enrique Padilla, a la dirigencia estatal del PRI, es una chamba más que le consigue su madrina, la legisladora federal, Beatriz Paredes con el afán de mantenerse activo en la política farandulera de Tlaxcala.
Lo de ayer fue un acto que muestra la plena decadencia del tricolor, ese partido que ejerció el poder por varias décadas y que hoy se resume a liderazgos baratos, sin clara fuerza partidista.
En resumen, la oposición no tiene oposición, no tiene liderazgos menos figuras, para hacerle frente a Morena en 2027, y que creo ganará sin mayores objeciones el Poder Ejecutivo.
Hoy, más que nunca los partidos políticos en la entidad, tienen una gran deuda con la democracia porque los actuales dirigentes partidistas son parte de las ocurrencias de personajes o grupos políticos que desean gozar de poder al costo que sea.
¡Les deseo un buen miércoles!…