10 julio, 2024

La polémica que desató el secretario de Cultura en Tlaxcala, Antonio Martínez Velázquez, generó diversas reacciones entre los diversos sectores de la sociedad al hablar de un tema por demás puntilloso.

Le doy la razón al funcionario estatal cuando habla de dos puntos fundamentales; el primero las y los diputados locales electos ¿En verdad mintieron?…

De ser así faltaron a uno de tres puntos esenciales de la 4-T “No mentir”, pero sobre todo ¿violentaron las normas?…

La segunda, una vez que lleguen al Congreso del Estado, ¿en verdad enarbolarán las causas de la comunidad LGBTTTIQ, porque de no hacerlo entonces pasarían por alto el espíritu de las acciones afirmativas?…

“Ayer (antier) la prensa le preguntó a una diputada electa (que ganó su distrito con una candidatura por acción afirmativa LGBTTTIQ) que qué opinaba sobre mis declaraciones, y dijo algo desconcertante: que ser (o no) LGBTTTIQ era una cuestión de su vida privada”, escribió el secretario.

“ Cómo?!? Pero si los documentos de registro y las reglas de la autoridad electoral son PÚBLICOS, es decir, públicamente supimos que el lugar que ocupaba estaba reservado para LGBTTTIQ”, subrayó el funcionario.

Martínez Velázquez, fue enfático al decir “quienes hemos decidido hacer política, militar y defender derechos humanos sabemos que «lo personal es político», la discriminación, el bullying, la estigmatización, los crímenes de odio, no son cuestiones privadas sino públicas…. Pues resulta que no, que ahora nos regresemos al closet porque forma parte de la vida privada”.

Sin embargo, en lo que no estoy de acuerdo con el integrante del gabinete de la Gobernadora, Lorena Cuéllar, es cuando menciona el por qué no denunció formalmente, pues para él es un asunto ético, de moral y no jurídico.

Discúlpeme secretario, pero usted no iba a ir en contra de esa designación que se palomeó desde las altas esferas del poder de Morena, y que fueron cuestionadas por el propio árbitro electoral, en el caso de la diversidad sexual, y otras acciones afirmativas para sectores vulnerables.

Su deber en efecto es por ética, por moral, pero también debió ser en lo legal, porque entonces dónde queda esa lucha, la que ha dado ese sector de la sociedad que ha sido discriminado por años.

Una lucha se da en todos los terrenos, en todas las latitudes, en todas las esferas políticas y culturales, no solamente en una página de Facebook o en la prensa tratando de polemizar quizás en horas de trabajo.

¡Bonito día para ustedes!…

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