11 abril, 2024
Lo que sucedió en el municipio de Zacatelco, es una muestra de la incapacidad de una administración municipal desastrosa, llena de yerros y cuyo resultado es la ingobernabilidad.
El moderno “Poncio Pilatos”, Hildeberto Pérez Álvarez, sencillamente se lavará las manos puesto que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), tenía y tiene el control de esa corporación.
Como se recordará, con fecha del 11 de marzo, el secretario de Gobierno (Segob), Luis Antonio Ramírez Hernández, emitió un oficio al alcalde Hildeberto Pérez Álvarez, señalando falta de interés en la aplicación de la Seguridad Pública.
Suscribió al munícipe de Zacatelco por la falta de asistencia e interés en la sesión del Consejo Estatal de Seguridad que se realizó el pasado lunes 19 de febrero, así como la reunión del jueves 7 de marzo.
En esa misma cónclave estuvieron presentes autoridades estatales y federales en la materia, para analizar información cuantitativa de diversas dependencias.
El responsable de la política interna se mostró preocupado por la deficiencia de la seguridad, y le recordó al alcalde las repercusiones administrativas y penales, en las que podría incurrir por la omisión de acciones.
Lo anterior, para salvaguardar la integridad de los habitantes, por ello, dio un plazo no mayor a 72 horas posterior a la notificación para su derecho de réplica.
Hasta donde, se sabe jamás hubo respuesta oficial del alcalde, pasó por alto dicho extrañamiento.
La escalada de violencia comenzó en la administración del señor “Cachorro”, el 7 de diciembre de 2023, cuando un sector de la población se manifestó frente a la alcaldía.
Ello, para protestar por un acto religioso en el cual supuestamente pretendía ingerir al igual que personas cercanas a su círculo.
A los católicos los golpearon -policías y sujetos vestidos de civil- para evitar una protesta frente a la alcaldía.
Después de ese tenso encuentro los parroquianos dijeron que supuestamente, “don Cachorro” había mandando a colombianos para reprimirlos.
Lunes negro, negrísimo…
Lo que sucedió en la 5ta. Sección de Zacatelco, es grave, y muestra a una administración municipal fallida, y que debe traer consecuencias legales.
Los hechos hablan, y lo que sucedió en ese lugar del corazón del sur escaló a la prensa que habla del linchamiento de Rubén Bernabé, elemento de la Policía Estatal, y de un taxista víctima de la inseguridad.
El Xitototla fue un infierno la tarde-noche del ocho de abril, afloró la ingobernabilidad, erró definitivamente el Protocolo de Actuación para Prevenir y Atender casos de Linchamiento en el Estado de Tlaxcala. Falló todo.
Formulo la siguiente pregunta: ¿Deben rodar cabezas políticamente hablando?… Esto ante la omisión y retardo de la justicia.
La historia está narrada en los periódicos tlaxcaltecas, en ese violento capítulo que dejó víctimas, y que de los supuestos delincuentes asegurados y de los que huyeron nada se sabe.
¿La Gobernadora Lorena Cuéllar dejará pasar, sin hacer nada, contra los funcionarios que le fallaron al pueblo de Tlaxcala?… ¿En la Procuraduría General de Justicia del Estado, a quién o quiénes señalarán como culpables?…
Para muestra un botón, el presidente de comunidad de San Pedro Tlalcuapan, Chiautempan fue sentenciado -recientemente- a 20 años de prisión por haber sido el culpable en el linchamiento de un supuesto ratero cuando pudo evitarlo como autoridad.
En el caso de la 5ta. Sección qué autoridad es la responsable de no evitar que le cegaran la vida a Rubén Bernabé, sus amigos y compañeros decían que era un elemento ejemplar.
Insisto ¿deben rodar cabezas políticamente hablando?…. Es decir, quién debe ser despedido y castigado penalmente, con todo el imperio de la ley sobre la muerte de un policía y otros tres más severamente golpeados.
Algunos diputados locales piden la renuncia del alcalde; los mismos legisladores deberían saber que los cargos de elección popular son irrenunciables vaya ignorancia.
En este caso, el Poder Legislativo debería iniciar otro tipo de procedimientos legales, para llamar al munícipe a cuentas como es la desaparición del ayuntamiento.
Mi solidaridad con los deudos de las dos personas fallecidas, y con la de los elementos heridos también.
¿Le temblará la mano a la Gobernadora, a las y los Diputados Locales, para actuar con lo que les marca la ley?… Tiempo al tiempo.
¡Buena tarde!…
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