¿Show politiquero?

19 febrero, 2024

El domingo 18 de febrero fue perfecto para la simulación. Las y los opositores al régimen del señor López acusaron represión, y mientras que los morenos fingieron estar en unidad interna, y no fue así.

La marcha de ayer fue un buen propósito para expresar a la autoridad su total desacuerdo en diversos temas, sin embargo, la misma se vio manchada por la participación del PAN y PRI.

Minerva Hernández, senadora y aspirante a la alcaldía por la capital acusó represión por parte de la autoridad, al impedir que llegaran -vía libre- hasta donde el señor López entregaría obras del Patrimonio Cultural de Tlaxcala.

Sin embargo, la ex priista, la ex perredista debería recordar cuando en el antaño acudió a visitas de tipo presidencial, y cuando precisamente el Estado Mayor, hacía respetar la investidura de un mandatario. Siempre la observé abnegada y sumisa.

Hoy, lamentablemente, eso se perdió, y el señor López prefiere el chacoteo, bañarse de pureza frente a sus seguidores, que antes cuidar la figura presidencial. La situación del país, no está para ese tipo de protagonismos.

Ahí, los resultados los panistas y algunos priístas burlaron la seguridad de militares, policías estatales y capitalinos vestidos de civiles para llegar y gritar consignas contra Andrés López, hasta el cansancio.

En los videos que corren en las redes sociales jamás observé reprensión por parte de los gobiernos federal y estatal, solo una debilidad en el operativo de seguridad institucional.

Solo se escuchaba ¡No la toquen, es Senadora!…

La gente que salió de motu propio para defender una causa real mi reconocimiento, pero jamás lo será para el show que dieron los panistas y priístas, en su afán de ganar adeptos electoreros como el de Minerva Hernández, que ahora se siente capitalina.

Y como si fueran competencias de acarreo o convocatorias forzadas, la diputada local, ya no se sabe de qué partido. Blanca Águila, presumió en un ridículo comunicado de prensa, que ella fue la que llevó a más esbirros.

En lo que respecta a la marcha para demandar elecciones limpias, para defender a la debilitada democracia, a fin de exigir la autonomía del INE y de otros organismos que busca desaparecer el señor López, fue de contrastes.

La de aquellos que son víctimas de alguna injusticia, los que añoran un mejor país, y la del oportunismo electorero.

Unidad aparente, aparente unidad…

Mientras el señor López, pensaba qué responder a la prensa con la marcha en varios puntos del país, en su contra llegó a la capital, apapachó a la gobernadora Lorena Cuéllar. La llenó de elogios.

Sin embargo, no fueron convocados todas y todos los que pensaban, y otras prefirieron congratularse con la visita de Andrés López, y publicar un video como la senadora Ana Lilia Rivera, quien se disculpó con su sensei, y dijo que acudiría al registro de la Sheinbaum.

Y muchos de los ahí presentes expresaron que fueron un elogio electorero de López a José Álvarez, quien busca la reelección al elogiarlo en varias ocasiones. Su añejo comentario de que el ex gobernador evitó que Tlaxcala, se endeudara.

La de ayer no fue la pasarela de politiqueras y politiqueros, saben que son los últimos vientos del lopecismo.

La visita del presidente López, transcurrió sin el mayor impacto, sin la mayor trascendencia, mientras que frente a su palacio estaban miles que se oponen a lo que califican como dictadura.

Antes de dejar Tlaxcala, el mismo mandatario federal dijo: «Los gobernantes se tienen que portar bien porque la gente en Tlaxcala está muy despierta”.

Así está la politiquería mexicana, de unos y de otros.

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