Por una prensa libre…

08 febrero, 2024

Ayer la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó, por unanimidad de votos, la resolución de la Sala Regional Especializada en la que determinó la existencia de violencia política en razón de género atribuida a la periodista Denise Eugenia Dresser Guerra.

Lo anterior, con motivo de diversas manifestaciones emitidas en el programa “Mesa de Análisis con Loret” del noticiero Latinus, relacionadas con la diputada federal de Morena, Andrea Chávez Treviño.

La reacción de la propia legisladora fue ofender a un organismo que goza de autonomía plena, y que para el señor López y su camada, ese tribunal carece de toda credibilidad. El TEPJF no está sujeto a la obediencia chaira ni fifi de este país.

Basta recordar que la periodista impugnó la resolución, al considerar que, en su concepto, sus manifestaciones se encontraban amparadas en el derecho a la libertad de expresión y no configuran violencia política de género.

Por esta razón, la Sala Superior, a propuesta de la magistrada presidenta Mónica Aralí Soto Fregoso, determinó que las expresiones denunciadas se encuentran tuteladas en el ejercicio de los derechos de la libertad de expresión y libertad periodística.

La jurista dejó claro que se trató de una crítica severa sobre un tema público y de interés general, como lo es la supuesta utilización de recursos públicos por el uso de un avión del gobierno federal.

El mismo pleno consideró que las manifestaciones de Denise Dresser, no se tradujeron en la reproducción de estereotipos de género que anularan el reconocimiento o ejercicio de los derechos político-electorales de las mujeres, por lo que no se actualizó la violencia política en razón de género.

En consecuencia, se revocó la resolución impugnada y se dejaron sin efectos la sanción y medidas de reparación impuestas (SUP-REP-642/2023 y acumulado).

Otra postura clara, que no tiene cortapisa ni está sujeta a discusión fue la del magistrado Felipe de la Mata, quien señaló que la “violencia política de género no puede ser un instrumento para silenciar a la prensa ni el ejercicio libre del periodismo».

“Para acreditar que existe violencia política de género contra una mujer deben cumplirse elementos específicos, mientras eso no suceda toda expresión, manifestación o actuación debe evitar ser sancionadas, más aún si se trata, como en el caso, del ejercicio de libertad de expresión y del periodismo”, dijo el abogado.

Caso Tlaxcala

En México y Tlaxcala no es la excepción de que algunas mujeres en el ejercicio de su actividad pública han tomado a la violencia de género como una bandera, un estandarte, para evitar que periodistas las critiquen por su propio actuar.

Ellas saben perfectamente que han incurrido en excesos en el ejercicio de sus funciones y en abuso de autoridad, y para «limpiar su imagen» recurren a las instancias correspondientes, con el objeto de vociferar supuesta agresión por parte de un periodista cuando escribe y publica.

Aclaro que también hay de periodistas a periodistas porque en algunos de los casos no enaltecen esta noble actividad que es el enemigo de los tiranos, una defensa real de la sociedad frente a las injusticias, y la que genera pesos y contrapesos en la propia democracia.

Pero quienes la ejercen de una forma honesta y decidida siempre tendrán de su lado la libertad de expresión y de prensa, dos conceptos consagrados universalmente, y que será su verdadera defensa frente a la pretensión de políticas y políticos tiranos.

Lo analizado ayer en sesión pública del TEPJF, sienta precedente para que hoy y en adelante, haya procesos electorales o no, mujeres y hombres periodistas, con una visión crítica se defiendan en un tribunal, en caso de ser amedrentados por aquellos que gozan de poder utilizando a la violencia de género como pretexto.

Sin duda, la crítica constructiva y dura será el principal elemento que la ciudadanía tenga, para una mejor toma de decisiones con respecto al quehacer público, político y electoral.

Pero también esa misma crítica podría ser un elemento, para que aquellas pieles sensibles recurran a la violencia digital en las redes sociales, en los propios medios, o bien de otra índole en contra de un periodista.

En Tlaxcala no he visto que organizaciones de periodistas fijen su postura frente a la andanada de políticas y políticos, que quieren acallar mediante el uso de recursos legaloides a un periodista como lo hizo la morenista Andrea Chávez o bien la panista, Minerva Hernández. (en su momento) al denunciar violencia política en razón de género.

Insisto, la decisión del máximo tribunal electoral del país, dio un gran paso para que en la posterioridad las y los políticos de piel sensible se declaren víctimas de la crítica o de una investigación ejercida por un periodista.

Celebro la decisión de los magistrados de la Sala Superior quienes decidieron defender a toda costa dos libertades que nos da el derecho universal, la de expresión y la de prensa, contra aquellas y aquellos que saben que su actuar ha sido impropio, fuera de la ley.

Y será este proceso electoral de 2024, donde más políticas y políticos -de todos los colores- se sientan ofendidos, una vez que salgan cosas indignas en la opinión pública sobre su propio actuar y saben, perfectamente, que podrían restarle votos en las urnas.

El único camino de un periodista es ejercer con dignidad la pluma con la que escribe, siempre con sustento, siempre esperando que esas políticas y políticos felinos recurran a la diatriba, y a perjudicar la imagen de quien o quienes las y los critican.

Mi voto por una prensa libre, y que jamás se doblaje frente a las y los tiranos, de piel sensible y de un pasado y presente dudoso.

Con bases, jamás podrán callar a un periodista salvó cegarle a vida, pero los hechos y dichos de un político sinvergüenza quedarán, para su propia perpetuidad y jamás podrán borrar ante el pueblo su nefasto actuar.

¡Un buen día para ustedes!..

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