Hipocresía mediática y de activistas

02 agosto, 2023

• Guardaron silencio ante las represiones del PRI y del saqueo en Pensiones Civiles

En el contexto de la historia política de Tlaxcala, un tema que ha sido objeto de escándalo y controversia es el accionar del exgobernador Mariano González Zarur, conocido por «dialogar» con diversos sectores mediante el uso de la fuerza y la represión.

Policías, estudiantes, personas de la tercera edad, maestros y jubilados, todos experimentaron la mano dura de un gobierno que buscaba controlar a la fuerza cualquier disidencia. A pesar de la documentación clara y contundente de estos abusos en medios independientes, algunos medios de comunicación y supuestos activistas decidieron guardar silencio, y lo que es peor, apoyaron y protegieron al Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante esos tiempos oscuros.

Lo que más llama la atención es la hipocresía evidente de estos medios y activistas, quienes ahora se han puesto en el papel de defensores de los derechos humanos y del bienestar del pueblo ante un desalojo no violento llevado a cabo por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

Este desalojo se dirigía a inconformes vinculados con el PRI que se oponen al funcionamiento de los nuevos Módulos de Salud Integral de Pensiones Civiles de Tlaxcala.

Es cierto que la historia de saqueo en Pensiones Civiles de Tlaxcala es deplorable. A lo largo de los años, diversos gobernadores en turno, administradores y usuarios inescrupulosos aprovecharon la institución para lucrarse y obtener ganancias millonarias mediante estafas. Esta situación ha dejado a muchos trabajadores y jubilados en una situación de vulnerabilidad e incertidumbre sobre su futuro.

Sin embargo, estos medios y supuestos activistas, que ahora buscan ser la voz de la indignación, fueron cómplices por omisión durante todos esos años de pillaje. Callaron ante las denuncias, no levantaron su voz cuando el pueblo necesitaba apoyo para enfrentar la represión y el abuso de poder por parte del PRI.

Un caso emblemático de esta hipocresía es el de Yeny Charrez, quien ostentaba una posición dentro del gobierno y, luego por dejar mucho que desear en sus actividades fue despedida. A pesar de que supo del saqueo y la corrupción en Pensiones Civiles, su silencio cómplice la convierte en una parte responsable del sufrimiento de quienes se vieron afectados por estas acciones deshonestas.

Es evidente que algunos medios de comunicación y activistas han fallado en su deber de informar de manera imparcial y defender los intereses del pueblo. La hipocresía de callar ante la represión y el saqueo perpetrado por el PRI, solo para alzar la voz cuando las circunstancias les convienen, es una muestra de la falta de integridad y objetividad que han demostrado.

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