27 julio, 2023
El informes de resultados de la revisión de la cuenta pública de 2022, que emitió el Órgano de Fiscalización Superior (OFS), recientemente, arroja que está cargada de excesos en tiempos de la 4-T.
Y queda claro que aquella frase del presidente Andrés Lopez, de «No robar, no mentir y no traicionar» quienes «comulgan» con este «principio» la han ignorado.
Hace días el diario «La Jornada de Tlaxcala», publicó parte de lo que OFS halló en esas cuentas públicas plagadas de irregularidades, las cuales se tendrán de solventar y subsanar por ley.
Desde incurrir en pagos improcedentes, en préstamos entre programas, realizar erogaciones por bienes no recibidos y hasta por tratar de justificar erogaciones con facturas de empresas fantasma o inexistentes así trataron de justificar lo que ejecutaron como presupuesto.
Están en cuestión más de 137 millones de pesos, los que dependencias del gobierno del estado y entidades paraestatales generaron en un posible daño patrimonial en 2022.
Las entidades públicas que están en el ojo del huracán son la Universidad Politécnica de Tlaxcala (UPTx) y del Fideicomiso Ciudad Industrial Xicohténcatl (Fidecix) que posiblemente serían reprobadas.
Ambas tienen observaciones por 26.6 millones de pesos. Además, 22 dependencias de la administración estatal y entidades paraestatales generaron un daño patrimonial por 110.7 millones de pesos.
Aún así sus cuentas serían aprobadas dado a que el porcentaje observado se encuentra dentro de los parámetros establecidos para su respectiva validación.
Las observaciones que resaltan más están dentro del Colegio de Bachilleres del Estado de Tlaxcala (Cobat), donde fueron observados 33 millones de pesos, en la gestión de Darwin Pérez.
Los excesos se reflejan en los resultados de la revisión del OFS.
En tanto, Rigoberto Zamudio, al frente del OPD Salud de Tlaxcala, también generó un quebranto a las finanzas estatales por 30.2 millones de pesos, según el mismo órgano.
Esa dependencia efectuó pago de bienes o servicios sin acreditar su recepción y aplicación por 14.4 millones de pesos; obras o conceptos pagados no fiscalizados por ocultamiento de documentación comprobatoria de su ejecución por 13.2 millones de pesos.
Así como gastos pagados sin documentación comprobatoria por más de 565 mil pesos y gastos improcedentes por 994 mil pesos, entre otros.
En la Secretaría de Infraestructura (SI), el OFS también encontró serias irregularidades por un monto de más de 20.5 millones de pesos.
La dependencia a cargo de Alfonso Sánchez García, incurrió en diversas anomalías, pues pagó volúmenes de obras no ejecutadas por 7.3 millones de pesos, en otros excesos.
En la administración de Homero Meneses Hernández al frente de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET), el OFS también detectó notables irregularidades por más de 10.6 millones de pesos.
Durante el año pasado incurrió, en tres ocasiones, en pago a proveedores que no acreditaron la capacidad técnica para la prestación del servicio, por un monto de 3.2 millones de pesos.
Y bueno el cúmulo de observaciones en otras dependencias, organismos autónomos y descentralizados es bárbaro, al igual que en los ayuntamientos del estado.
Parece que el manejo correcto del dinero público será difícil en Tlaxcala, puesto que la bandera de la 4-T, es la transparencia, concepto que anda perdido.
El OFS, ya cumplió con su revisión oficial, sin embargo, falta que la Comisión de Finanzas y Fiscalización del Congreso haga lo suyo.
Sin embargo, hay trascendidos de que algunas y algunos de los funcionarios estatales, titulares de organismos y hasta alcaldes han comenzado a pedir piedad.
¿Será que la presidenta de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Poder Legislativo, Marcela González abogue por su esposo Alfonso Sánchez?…
El hijo del exgobernador desea ser senador, y ¿será que desde el Poder Legislativo le perdonen ese cúmulo de observaciones?…
La Gobernadora Lorena Cuéllar ha realizado un esfuerzo porque haya transparencia en el manejo de las finanzas dentro de su gobierno y lamentablemente hay quienes manchan ese propósito. ¿Tolerará excesos?…
¡Nos leemos mañana!
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