19 junio, 2023
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), sencillamente se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el Gobierno del Estado, pues algunos de sus mandos y policías resulta que operan para la maña.
Desde la llegada del primer titular de esta institución el escándalo ha circulado dentro y fuera de la SSC, y es el momento en que Alfredo Álvarez Valenzuela, sigue a salto de mata, por un asunto judicial pendiente.
La propia corporación también se ha convertido en el trampolín político de algunos que creen estar bien palancas con las mieles del poder, y hacen y deshacen.
Resulta que la ciudadanía resulta que duerme con el enemigo, porque aquellos que deben cuidarnos resulta que andan en asuntos de posibles actos de extorsión agravada.
Realmente, nos preguntamos si la revisión que promete la Secretaría de Gobierno (SEGOB), resultará efectiva, pues ese tipo de posicionamientos los hemos escuchado no solo en este sexenio sino en otros.
Es crítico que los tlaxcaltecas pensamos que dormimos tranquilos, y en realidad hay varios policías que están en complicidad con grupos delincuenciales como lo hizo saber una inoperante Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
De nada sirve presumir que somos uno de los estados más “seguros” del país, si en realidad mandos policiacos tienen mandamientos judiciales por posibles actos delictivos.
Está claro que Tlaxcala vive tan lejos de la tranquilidad, y tan cerca del tatuaje feroz de la inseguridad.
Y ya sabemos los argumentos de la propia autoridad en torno a la inseguridad: “Nos invade el efecto cucaracha, el tiradero de cuerpos, etc, etc”…
Lo malo, es que esos mismos policías “mañosos”, utilizan los recursos y tecnología, para posiblemente delinquir.
Ramón Celaya, titular de la CES afirma que los elementos aprehendidos son inocentes hasta que se les compruebe lo contrario, lo que pone en entre dicho lo aportado ante un juez por la procuradora Ernestina Carro.
¡Nos leemos el lunes!…
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