23 junio, 2023
Algo está pasando con Claudia Sheinbaum, pues su imagen y su discurso no conectan con la ciudadanía; da la sensación de que está cansada, y eso demostró en su primer visita a Tlaxcala como corcholata, ya como aspirante presidencial.
En su video que grabó en redes sociales la mujer mostró evidente fatiga, y no paraba de leer lo que tenía que improvisar. No se sabía los lugares que visitaría en la entidad.
La morenista fue selectiva en su reunión con “empresarios” y que en esa mesa de plano la mayoría no lo eran, pero el asunto es que debía llenar ese espacio.
La convocatoria a medios de comunicación tal parece que alguien la palomeó y dejó a la prensa crítica con mayor peso social a un lado. Realmente, su discurso no tuvo empatía en Zacatelco y Apizaco, lugares que visitó.
Ella aseguró que será la próxima Coordinadora Nacional de la Defensa de la Transformación en su mensaje en Apizaco, donde hubo sillas vacías y donde la presencia de dos ex gobernadores de Tlaxcala, José Antonio Álvarez Lima y Alfonso Sánchez Anaya, no sumaron más bien restaron empatía.
En Zacatelco, abuchearon a los salameros, a los exmandatarios. ¿Dónde quedó su popularidad?…
Es más, ese furor de los asistentes fue mínimo, no había esa algarabía, para esa mujer que dice afirmar que va en primer lugar en las encuestas. Algo está pasando en su equipo operativo y con ella misma.
En los corrillos dentro y fuera de Morena, afirman que el acarreo de personas no fue eficaz y que desde el poder político de ese mismo instituto no fue evidente, que la tentación no les ganó. ¿Será?…
Por lo pronto, Sánchez Anaya busca colocar a su hijo como aspirante a senador, y cree que al estar bien con Sheinbaum, lo pone con un pie en la Cámara Alta.
Y qué decir de Lorena Ruiz, ya se siente presidenta municipal de Apizaco, cuando su trabajo como diputada local, ha navegado entre más oscuros que claros.
Para muchos la visita de Gerardo Fernández Noroña, aspirante del PT a la presidencia de la República, el tercer lugar en las “encuestas” estuvo más enjundiosa.
Es más, la familia Garay, esa que tiene en sus garras a la dirigencia estatal del Partido del Trabajo (PT), ni se acordaron de la traición de Ruiz García.
Así la primera visita de dos de las seis chorcolatas a Tlaxcala. Insisto Sheinbaum no conecta, y solo el dedo índice del presidente López Obrador, la puede salvar.
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