16 marzo, 2023
Lo que ocurrió ayer en la montaña “La Malinche”, es una muestra de que los taladores quieren hacer suyo este parque nacional al amparo de la impunidad, y eso no lo debe permitir la autoridad.
Desde hace años, la misma actitud se ha dado en varios puntos de la zona arbolada, donde sujetos que viven en municipios cercanos y no, pretenden apoderarse de los recursos naturales de la misma.
Y que desde luego han dejado el tatuaje de la violencia cuando la misma autoridad, federal o estatal pretenden actuar para frenar dichos ilícitos.
Los talamontes toman la fuerza de la intolerancia y les da lo mismo derribar un árbol, que retener a trabajadores de dependencias que solo hacen su labor dentro del volcán, o bien incendiar vehículos oficiales que tomar una arma para reaccionar e imponer su sello violento.
Considero que es el momento de endurecer más las acciones de vigilancia dentro de la montaña “La Malinche”, y de todas las zonas arboladas del estado, porque los delincuentes forestales hacen suyo un verdadero paraíso al compás de la impunidad, esa que lacera a este país.
Como periodista he realizado diversos trabajos de información donde he documentado donde van a parar los recursos forestales, uno de ellos, es el carbón cuyo mercado final es la Central de Abasto de Puebla. Esto es un solo ejemplo de ese daño.
No está por demás que las autoridades federales y estatales también eviten la caza de animales nativos de La Malinche, porque hay testimonios de cómo matan a la fauna de ese lugar y nadie, nadie hace nada.
Nunca es tarde para proteger lo que la misma naturaleza nos da en abundancia, pero hay unas y unos que se encargan de destruirla, sin miramientos sin compasión. Que la fuerza del Estado se vea y actúe en pro del hábitat. Tiempo al tiempo.
¡Nos leemos mañana!…