09 marzo, 2023
La marcha feminista del #8M2023 fue nuevamente violenta en Tlaxcala, llena de ánimos exacerbados, lejos de ser una manifestación pacífica y que rebasó los límites de la expresión por parte de varias o muchas mujeres, y por sujetos encapuchados con vestimenta negra.
Como periodista y generador de opinión acudí a la Plaza de la Constitución, para ser un testigo fiel de lo que ahí ocurría ayer por la tarde.
La tranquilidad de una manifestación que comenzó en varios puntos de la capital había sido rebasada, aniquilada por mujeres y hombres, que prefirieron utilizar el yugo de la destrucción antes que buscar los canales de diálogo con las autoridades.
La fuerza pública no soltó un solo golpe, solamente se atrincheró y evitó en todo momento la confrontación, a pesar de que utilizó un “Rinoceronte”, con dispersores de agua para sosegar a las y los manifestantes.
En realidad me dio curiosidad, cuando la activista Yany Charrez, sugirió la semana pasada a los medios de comunicación que evitaran enviar reporteros (hombres) y que mandaran a mujeres, para la cobertura de este acto.
¿Por qué intentar limitar nuestra libertad de prensa y expresión?…
Aclaro tengo absoluto respeto por los ideales de las mujeres, entiendo el dolor de muchas de no encontrar justicia frente a sus reclamos, entiendo sus sueños y sus anhelos, pero los hombres (reporteros) tenemos una misión, la de informar.
Es un derecho universal y constitucional.
Empero, de lo anterior tengo una pregunta ¿Por qué Yeny Charrez, no ha fijado una postura frente a actuación nefasta de los sujetos encapuchados que generaron actos violentos en el zócalo capitalino? ¿Por qué ese silencio perpetuo?…
Siempre he insistido que los monumentos, los edificios arquitectónicos deben ser respetados por los manifestantes dado a que manos creadoras y perfeccionistas han construido a lo largo del tiempo tan bellos espacios.
Sin embargo, ayer mujeres y hombres encolerizados no tuvieron piedad contra la infraestructura urbana remodelada y por remodelar. ¿Así sera su comportamiento en su casa?…
Insisto entiendo el sufrimiento de muchas mujeres, lo doloroso de su pasado y presente, también como ellas alzo la voz para todas y todos los que hemos sido objeto de injusticias, y del aletargamiento de la Procuraduría General de Justicia del Estado, pero así no, con violencia no.
Hoy me uno a todas esas veces de mujeres y hombres que condenan el actuar de las y los encapuchados generadores de actos vandálicos. Así no, jamás.
Me consta que personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), realizó su trabajo como observadores y que al final del día auxilió a un varón que resultó con un grado de intoxicación, producto del gas pimienta que circuló en ese zócalo que quedó en la penumbra por varios minutos.
Es la primera ocasión que observo que los policías estatales no soltaron un solo golpe. Bien por ellas y ellos, pudo más la tolerancia institucional.
El Gobierno del Estado, también prefirió salvaguardar la integridad de sus mujeres policías, no habían las condiciones, para hacerlo en ese operativo de acompañamiento aplicado.
Y como siempre las y los manifestantes, en ese tipo de actos tienen un comportamiento de hostilidad contra mujeres y hombres reporteros a quienes nos prohíben grabar sus violentos actos.
No es así como se debe expresar un sector de la sociedad, no es así como muchas mujeres deben demandar mejores oportunidades de desarrollo y de justicia. Preciso un punto, no todas las participantes en la M8 actuaron en forma bélica, hubo mujeres civilizadas.
Una escena que jamás se me olvidará, es la de ese sujeto con su playera de “Capitán America”, que subió al “Rinoceronte”, para causarle destrozos y que terminó por ser él héroe.
Se sentía como moderno «don Juan» y vaquero a la vez, así arriba de un toro de rodeo al que le aguantó varios reparos.
Mientras que un mar de jovencitas que lo coreaban, le mandaban besos, le decían que era su «súper héroe» ¿Aplaudían esas mujeres una acción violenta y patriarcal?…
Una lástima por los daños hechos a la Plaza de la Constitución de mi bella capital y a Palacio de Gobierno, bien por la policía estatal que resguardó con integridad el bellísimo patrimonio de los tlaxcaltecas.
La autoridad reportó a diez efectivos de seguridad heridos, y lo mejor del caso, es que no hubo represión policial. Dejo una pregunta al aire… ¿De las y los rijosos marchistas son originarios de Tlaxcala?
Fuentes confiables afirman que varios y varios de esos manifestantes toman su autobús en la Tapo de la Ciudad de México. ¿Quién los financia?…