17 febrero, 2023
Quien de plano no conoce de administración pública, de decretos, de la idiosincrasia de su pueblo, de la necesidades básicas, mucho menos cómo resolver los problemas de inseguridad y el significado de la palabra intolerancia, es el alcalde de Chiautempan, Gustavo Jiménez.
Está claro que el señor morenista imagina que administra su changarro en Santa Ana, y que por arte de magia es tan fácil despedir a trabajadores basificados como quizás lo hace en su propio negocio, pasando por alto sus derechos laborales.
Alguien de su administración, menos su hijo que es quien es realmente gobierna esa comuna, le debe explicar a “don Gus” que debe tener sensibilidad, para abordar los problemas sensibles que se presenten en dicha comuna.
Donde por cierto la inseguridad ha sentado sus reales, donde disparan los delincuentes a unos metros de su despacho y otros jalan el gatillo tan cerca de la base policial santanera.
Me atrevo a decir que este señor quien no está apto para gobernar ese municipio no ha vislumbrado que el lugar donde radica la propia ciudadanía es muy politizada, y que de los principios de la 4-T, no sabe absolutamente nada.
Por lo menos que su vocería -si es que la tiene- lo ponga a ver “Las Mañananeras”, y que le aprenda al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cuya audacia lo caracteriza.
De ante mano, está claro que la solicitud de revocación de mandato tiene un alto porcentaje de que no prospere en el Congreso del Estado, porque será ahí donde algunos diputados locales, solapen las inconformidades que presentaron morenistas en esta semana como pruebas y la manden a la congeladora.
Lo de ayer fue un acto grotesco porque este señor no busca el diálogo, menos la concertación. Prefirió tomar el garrote y ordenar a los policías locales arremeter contra basificados del Sindicato “7 de Mayo”.
En términos generales, el alcalde pretende gobernar a su modo, así como en la época de la prehistoria, y se ve que de chaval le gustaba ver la caricatura del “Capitán Cavernícola”, quien dormía hasta con el garrote en mano.
Pobre de Chiautempan, tan lejos del progreso y tan cerca de don Gus. ¡Quiero mi cocol!…
¡Nos leemos el lunes!…