17 noviembre, 2022
Tan pronto el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció que marchará el próximo 27 de noviembre, la chairiza se desató.
En sus cuentas de redes sociales, mujeres y hombres que simpatizan con Morena, por convicción o conveniencia, expresaron que se unirán a la marcha en la CDMX.
Después del movimiento del pasado domingo está claro que ambos bandos, los chairos y los fifis, solo intentan mostrar músculo frente a las elecciones de 2024, aunque AMLO y otros lo nieguen.
A ambos bandos no les interesa la democracia, menos fortalecer el sistema de partidos políticos en México, sólo buscan atraer conciencias a su fiel estilo, el de la manipulación mediática.
Así que van por el segundo round los partidos políticos, veremos cómo siguen los acarreados, cómo sigue una batalla injustificada ante una reforma electoral, por demás cantada.
Sea la misma reforma en lo constitucional o no, Morena y sus aliados, lograrán modificaciones al marco legal, y terminarán por imponer su voluntad, a menos que otra cosa suceda.
Por cierto, las visitas del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y de la jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, a Tlaxcala han sido realmente preelectoreras.
Derivado de ello, es chistoso observar a esos paladines morenistas buscando la foto con ambos personajes públicos, y prometiéndoles amor eterno e inolvidable.
Solo falta la visita de Marcelo Ebrard, para ver a esas mismas chairas y chairos de la 4-T, escriban en sus muros de Facebook e Instagram, ese mismo amor eterno e inolvidable. Es tiempo de chapulines. Tiempo al tiempo.
¡Nos leemos mañana!…
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