Reforma electoral: La polarización

10 noviembre, 2022

Parece que la marcha del próximo domingo por parte de quienes defienden al Instituto Nacional Electoral (INE), es una especie de protagonismo político, más allá de defender la autonomía del mismo ante una inminente reforma electoral.

Tanto de un bando como del otro, asumen posturas radicales en torno a la vida y funcionamiento del mismo órgano, y dejan atrás lo que actores políticos han construido para bien desde 1988, excepto de la misteriosa “caída” del sistema.

Es absurdo ver posiciones antagónicas más allá de lo que realmente le conviene a México.

Es lamentable observar cómo en el propio INE, no hay actores congruentes que defiendan con el uso de la razón el funcionamiento del mismo, y terminan por caer en un protagonismo mediático.

Todos los partidos políticos entrarán a una lucha férrea y todo terminará en una malograda reforma electoral, y lo único que provocarán es una polarización social de cara a las votaciones de 2024.

Ojalá que dentro de esas mismas reformas los legisladores en el Congreso de la Unión, es decir de las cámaras alta y baja, ya no permitan la creación de más franquicias políticas, las cuales terminan siendo negocios familiares o clubs de Tobi.

Además, sería sensato que a los partidos políticos se les bajen sus prerrogativas, y que incluso se analice a fondo si las candidaturas “pluris”, que en muchos casos son premios o de terminan negociando, queden suprimidas para siempre.

Dichos temas deberían entrar a debate, a ese análisis profundo porque no es posible que los mexicanos sigamos pagando vía impuestos, un dispendio millonario de recursos públicos, para beneficiar a una bola de camarillas.

La actitud de todas y todos los actores políticos que tendrán que ver en esa reforma parece que les importa más ver sus propios intereses, que los del pueblo.

El verdadero sentido de la democracia, es y será superado por la soberbia de unos cuántos que se disputan el poder a costa de lo que sea.

Una lástima que la propia democracia sea ignorada y vapuleada por todos los partidos políticos, sin excepción de nadie. ¿Y cuándo pensarán que primero es México?… Tiempo al tiempo.

¡Nos leemos mañana!…

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