Un arribo cantado

09 noviembre, 2022

La llegada de Anabell Ávalos a la dirigencia estatal del PRI, estaba cantada, solo esperaron un compás en la dirigencia nacional, para hacer formal un viejo ritual en ese partido sumergido en una profunda crisis de unidad.

Con traiciones, doble moral de algunos de sus militantes y más aún, con una notoria división tendrá que seguir remando la ex candidata al gobierno del estado.

¿De cara a 2024, logrará salvar al PRI, de su extinción?… o bien ¿aprovechará su nuevo encargo solamente para saltar a una candidatura federal?…

A Anabell Ávalos le han hecho creer sus “amistades” que los 230 mil votos que obtuvo en la elección anterior, son suficientes para ganar un elección en las votaciones venideras.

La única opción de sobrevivencia política era asumir el cargo de lideresa, bajo un esquema fast-track, sin llegar a una asamblea de delegados, con la anuencia de un cuestionado Alejandro Moreno, el neo morenista.

Aunque llama la atención la división de opiniones, como dicen en el argot taurino que se han generado a través de las redes sociales. Un sector aplaude y otro crítica esa reaparición pública.

Con la ausencia de cuadros como los ex gobernadores Mariano González, Marco Antonio Mena, Tulio Hernández Gómez y Beatriz Paredes, Ávalos Zempoalteca toma las riendas de un partido, partido en mil pedazos.

Ayer, observé a una líder priísta con el mismo discurso, el de la “unidad”, con la misma imagen de 2021, con las mismas chalanas y chalanes que han simulado sororidad y solidaridad. Hasta con el mismo peinado de salón de belleza.

En sí, no hay nada nuevo en Anabell Ávalos.

Además, la propia ausencia de algunos legisladores y legisladoras como Diana Torrejón, Fabricio Mena y Mariano González hijo, abre muchas interrogantes.

Y qué decir de Blanquita Águila, será una piedrita en el zapato, para la misma Anabell Ávalos sino la apapacha.

La doble moral de la diputada local ayer la hizo efectiva, y todo indica que la misma Ávalos Zempoalteca, la utilizará la golpetear a la actual administración estatal.

Le gusta a la originaria de Zacatelco ser del Bronx legislativo, se le da. De todo este teatro montado me preguntó: ¿Qué hay de nuevo, viejo?… como dice Bugs Bunny.

¿Será Beatriz Paredes, la que cobije las enaguas de Anabell Ávalos?…

A la actual senadora, a su mismo grupo le gusta estar en un bando, y en otros más, sin dejar el PRI. Ese redil al que han exprimido por años.

Tiempo al tiempo.

¡Nos leemos mañana!…

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