08 noviembre, 2022
En las redes sociales han surgido comentarios sobre el actuar del rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), Serafín Ortiz Ortiz, entorno al homicidio de un alumno de veterinaria ocurrido en Huamantla, donde es visible su protagonismo político.
Como nunca un titular de la máxima casa de estudios ha actuado con una “humildad” tan marcada como Serafín; de ahí, que las críticas estallen en su contra.
Desde que sucedió el lamentable hecho en torno a la muerte Yair N., no hay día que Serafín busque la bandera del protagonismo mediático, y con ello, algunos medios de comunicación solapadores de su propio actuar lo difundan.
Hasta el momento, ninguna autoridad municipal o estatal ha dado respuesta a sus peticiones de brindar mayor seguridad en la zona de El Carmen Xalpatlahuya, perteneciente a Huamantla.
Del artero ataque a Yair N. el mismo secretario de Gobierno, Sergio González ha dicho que no se descarta la posibilidad de un ataque directo.
Sin embargo, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), deberá hacer sus propias investigaciones, y aclarar lo sucedido hace unos días en torno a la muerte del estudiante de veterinaria.
Lo que siempre será criticable que algún actor social tome la bandera política, para incidir en la ciudadanía con su discurso de “humanismo dialéctico, basado en la universalidad social”. O sea arengas choreras. El dolor ajeno debe respetarse.
En la opinión pública hay distintas versiones, la más destaca es que el actuar rector busca ser alcalde de la capital, aspecto que no ha podido lograr, dado los magros resultados de él, su estructura y su partido.
Por cierto, dicen que su Héctor Ortiz anda queriendo reaparecer en la escena electoral para 2024, pues busca ser senador de la República, aquel sueño que le frustró Adriana Dávila, cuando entró por primera minoría.
Ellos dicen que sería la carta más fuerte de la malograda coalición “Va por México”. ¿Será?… Tiempo al tiempo.
¡Nos leemos mañana!…
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