Entre traiciones y reacomodo de fuerzas camina el PAN en Tlaxcala

19 septiembre, 2022

El reacomodo de fuerzas en el interior del PAN, se está dando, pese que algunos militantes tienen un proceso de expulsión ante la dirigencia nacional panista, por probablemente, traicionar a su partido en las elecciones de 2021.

El motivo de este juego político, es fortalecer su presencia en las elecciones de 2024, donde se renovarán varios cargos de elección popular a nivel local y federal.

Saben algunos panistas que este partido ha sido el más rentable como oposición, desde que llegó Morena al poder, y por lo tanto, razonan que sin coalición PAN, PRI y PRD, podrían ganar la primera minoría para el Senado de la República, y otros espacios electorales.

Ante la renovación de los comités municipales, varios o muchos grupos militantes panistas buscan posicionarse, a costa de lo que sea.

Van por dos espacios de jerarquía, que son solamente las candidaturas plurinominales, para diputado federal y una local, aunque todo dependerá de la Comisión Permanente Nacional, Estatal y del “dedo divino” de Marko Cortés.

La unidad panista pende de un hilo, y más aún desde que llegó como líder estatal, Miriam Martínez, a quien tildan -dentro y fuera de ese partido- como una marioneta de Ángelo Hernández, quien se siente el mandamás, ese politiquero con bozal.

Este fin de semana, Claudia Pérez, la ex diputada federal y su grupo se impusieron en la capital, con la victoria de Mirza Amaral, quien es una joven panista preparada, que lleva tinta azul en la sangre y que vendrá a vigorizar un comité local, prácticamente, en ruinas.

La experiencia de la actual regidora en el municipio de Tlaxcala como dirigente estatal de Acción Juvenil y su buena relación con diversos cuadros panistas del país, le inyectarán oxígeno a la militancia citadina, que se siente relegada.

Pérez Rodríguez, tiene el poder del panismo de Tlaxcala y otros municipios de la entidad. Ha demostrado jerarquía al ganarle en su momento a Héctor Ortiz, y que motivó a que Adriana Dávila, encabezara la fórmula como abanderada para la Cámara Alta.

En todo este tiempo, la misma Claudia Pérez ha demostrado que tiene jerarquía partidista, pese a que se fue una temporada de vacaciones a Morena-, donde también las traiciones, principalmente, de Mario Delgado evitaron que fuera la abanderada de este partido para la capital del estado.

Los métodos de selección de candidatos en el PAN, tienen su propio estilo, un tanto raro, pero así es la idiosincrasia en ese partido doctrinario, donde la mayoría de su militantes, empezando, por su lideresa estatal, no conocen su verdadera esencia.

Está claro que grupos como el de Adolfo Escobar, el neo orticista; el de Minerva Hernández, la ex priísta y ex perredista; Julio César Hernández, ex alcalde de Apizaco; el de Claudia Pérez, entre otros, harán valer su fuerza en la Comisión Permanente, para impulsar candidaturas.

Las traiciones jamás acabarán ahí, comenzado por su presidenta estatal, que buscará imponer a su esposo, en la primera posición de la candidatura a la diputación local por la vía plurinominal.

No obstante, un amplio sector del panismo espera que la decisión del CEN del PAN, la de Marko Cortés y la de sus órganos, actúen con firmeza para expulsar a más traidores plenamente identificados, para elegir buenos cuadros, pero sobre todo evitar imposiciones y jugarretas del matrimonio patriarcal de Apetatitlán.

Habrá que ver qué dice la paridad, que siempre vendrá a modificar escenarios, de eso sabe, perfectamente, Minerva Hernández, quien siempre negará su pasado priísta. Una mujer con mucha suerte, y con poco trabajo territorial.

Los garrotazos en el PAN, ya comenzaron y quien tenga más saliva comerá más pinole. Tiempo al tiempo.

¡Nos leemos mañana!…

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