Ataques impunes

03 noviembre, 2021

Lo suscitado en el hogar del padre del exalcalde de Panotla, Eymard Grande Rodríguez, no debe quedar impune.

Otra vez sujetos armados, con rifles de alto poder y de otros calibres cimbraron terror y trastocaron la intimidad de un tlaxcalteca.

Casos de verdadero horror se han registrado contra políticos de la entidad, a lo largo de los años, sin que haya realmente justicia.

Basta recordar en 2004, el asesinato de Rafael Minor, quien fuera secretario privado del expresidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz.

En el sexenio de Alfonso Sánchez Anaya, se “esclareció” ese cobarde crimen, mediante la captura de chivos expiatorios.

Del caso jamás se supo quién fue el autor intelectual del crimen del ex senador, pues su esposa Martha Ivonne Armenta quien fue inculpada quedó en libertad por falta de elementos.

El entonces subprocurador de Justicia en Tlaxcala, Edgar Bayardo del Villar, quien fue asesinado en 2009 en la CDMX, resultó ser un verdadero mago para sembrar evidencias y crear escenarios ficticios.

Rogelio Camarillo López, exalcalde de Tlaxcala también fue víctima de la «inseguridad» dentro de su domicilio. Hasta el momento hay serias dudas sobre lo que sucedió contra el político.

En 2018, Alberto Amaro Corona, exalcalde de Papalotla, exdiputado federal y dos veces legislador del PRD, a nivel local también fue objeto de un atraco violento en su domicilio, por parte encapuchados.

Familiares y amigos creen que de tal hecho vino en detrimento la salud del líder tianguista en el estado de Puebla, y quien lamentablemente murió meses después.

El siete de octubre de 2020, otro comando de maleantes ingresó violentamente a la casa de la expriísta, ex perredista y ahora panista, Minerva Hernández Ramos.

Simularon que entregarían un arreglo floral y se introdujeron a la vivienda de la aún senadora. Hay muchas interrogantes sobre lo que ocurrió. ¿Amedrentamiento para la política o un simple robo?…

El 25 de noviembre del año pasado, otro grupo de sujetos armados ingresó al domicilio de Anabell Ávalos Zempoalteca, entonces presidenta municipal capitalina.

De lo anterior, quedará la misma duda ¿Intimidación o atraco?…

Al menos unos 15 colaboradores y amigos de la excandidata a la gubernatura vivieron en carne propia tal escena, para muchos extraída de una película de acción.

Parece que el gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez, no tuvo el mayor interés, así como otros gobernadores de llegar al fondo de los casos antes descritos, y de muchos casos donde la palabra justicia no aparece.

Esperemos que la actual mandataria, Lorena Cuéllar Cisneros, lo tenga porque los políticos y los ciudadanos se preguntan ¿quién sigue?… Mi deseo es que nadie más.

Cualquiera que sea el móvil de lo que sucedió en lo relativo a Eymard Grande, no debe quedar impune.

Los responsables del cobarde asesinato de su padre deben ser sometidos a la acción de la justicia.

Entró vivo, salió muerto…

El alcalde de Tlaxcala, Jorge Corichi tendrá que mirar -seriamente- sobre lo que ocurre dentro de su corporación policiaca.

El fallecimiento de un joven en la cárcel preventiva, según por un «paro cardiaco o convulsiones» genera más dudas que respuestas entre la ciudadanía.

Corichi, ya que deje de quejarse por la deuda millonaria heredada por la pasada administración, y que se ponga a trabajar por Tlaxcala, sumergida en el desorden.

Escribe Paco Conde

Un apasionado periodista tiene memoria…

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