El que se va… y la que viene

31 agosto, 2021

A unos minutos de que se consuma la transición por demás polémica entre Marco Antonio Mena Rodríguez y Lorena Cuellar Cisneros, la propia historia juzgará al primero.

Mena Rodríguez, cumplió con sus promesas de campaña, la de establecer una mejor infraestructura carretera y médica para Tlaxcala, al igual en el terreno de las becas para estudiantes.

Aún cuando faltan por concluir dos obras de infraestructura como la modernización de la vía corta Chiautempan-Puebla y el nuevo Hospital General de Tlaxcala, el priísta dejará de ser gobernador con un posicionamiento bueno frente a la sociedad.

Las propias mediciones de casas encuestadoras nacionales así lo expresaron en el top ten. Sin embargo, Mena Rodríguez no cierra con broche de oro por dos razones.

La primera porque el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), reveló en su último reporte que Tlaxcala ocupa el tercer lugar en pobreza extrema. ¿Ahí qué pasó?…

La segunda, en el terreno político-electoral de plano no ganó elección alguna, como es el principio de toda y todo político en el poder.

Mariano González Zarur, le abrió la brecha para que llegara a gobernar Tlaxcala, y ya en el ejercicio del poder público Marco Mena, no quiso o no supo ganar elecciones.

Los resultados están a la vista de todas y todos los priístas, y será la propia historia de quien termine por juzgar a Marco Mena.

En los corrillos de la política se dice que pronto ocupará otro cargo, otro encargo que le podría conferir el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Acaso el tabasqueño le expresara que el “amor con amor se paga”, producto de una amistad institucional que marcó y marcará un principio y un después.

Pronto Marco Mena dejará de ser gobernador del estado, volverá a ser un ciudadano igual que los demás, ya sin el poder, ya sin los privilegios, ya sin los reflectores.

Pero lo cierto es que muchas y muchos, pero sobre todo los priistas jamás olvidarán aquel polémico tuit madrugador del siete de junio.

Ese que anunció la derrota del PRI, y de Anabell Ávalos, y donde declaró el triunfo de Morena y de Lorena Cuéllar. ¿Usted qué opina? ¿Qué sucedió?…

Hasta aquí mi comentario sobre Marco Mena Rodríguez, a quien insisto la propia historia lo juzgará, y más tarde les enviaré mi opinión sobre la toma de protesta de Lorena Cuéllar.

Ah, pero lo que estoy seguro es que Mena Rodríguez, abandonará el Palacio Legislativo fundido entre la nostalgia, entre los recuerdos y lo que no podrá negar, es que el poder lo deja entre familia.

Dos momentos importantes, el que se va y la que llega. Nos leemos en un rato.

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