10 agosto, 2021
(Redacción/FaroTlax Noticias) Un amplificador de sonido, medio rollo de cable, un micrófono, ocho coronas y varias piezas conocidas como “milagros”, así como el dinero de tres alcancías, fue el botín robado este martes 10 de agosto del templo católico del barrio de San Antonio, municipio de Huamantla.
La encargada del inmueble religioso Mónica N., denunció ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) que la mañana de este día, al acudir su nuera Matilde N., a apagar la luz del templo –alrededor de las 09:45 horas- se percató que la puerta del patio se encontraba abierta.
Tras dar aviso a los mayordomos, el hecho fue reportado a la policía municipal de Huamantla y una vez que los uniformados llegaron al lugar, determinaron ingresar al recinto para indagar lo sucedido.
Después de realizar un recorrido se percataron que faltaban los objetos señalados y que además estaban abiertas y dañadas tres alcancías. Hasta ahora se desconoce el monto de lo robado.
Por esos hechos, la PGJE inició la carpeta de investigación CI-AIHUAM-2/943/2021 por el delito de robo en contra de quien o quienes resulten responsables y, de paso, descartó que se trate de un hurto de arte sacro.
El atraco pudo cometerse durante la madrugada, ya que un día antes la encargada–según su declaración- cerró el templo una vez terminado el rosario vespertino y se retiró sin ninguna novedad.
Consultado al respecto, el encargado de las relaciones interinstitucionales de la Diócesis de Tlaxcala, Ranulfo Rojas Bretón, dijo ignorar lo sucedido en el templo.
ANTECEDENTES
La madrugada del miércoles 22 de junio de 2005 en el templo de San Antonio se perpetró el robo de arte sacro más grande en la historia reciente del estado: sujetos desconocidos se llevaron 21 óleos, tres esculturas y una cruz de madera que datan de los siglos XVII y XVIII. En su huida, los delincuentes dejaron sobre una banca otro lienzo que ya habían desmontado.
Autoridades municipales y eclesiásticas sospecharon en ese entonces que el hurto habría sido cometido por encargo y probablemente por una banda bien organizada dedicada a este tipo de ilícitos, pues entre los objetos sacros que se llevaron estaba la colección de “Los milagros de San Antonio” que consta de ocho cuadros al óleo de pequeñas dimensiones.
El responsable de ese templo en aquél tiempo se percató de los hechos al llegar al inmueble a las 6 de la mañana para apagar las luces y barrer. Entonces se dio cuenta que el portón principal estaba abierto y rotas las cadenas y candados. De inmediato buscó al presidente de comunidad Efraín Hernández Nieto, y juntos dieron parte a la policía municipal de Huamantla.
Más tarde, junto con el párroco de ese templo Elpidio Pérez, se trasladaron a la capital del estado a presentar la denuncia correspondiente ante la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR), hasta donde también llegó el titular en Tlaxcala del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Sabino Yano Bretón.
Anualmente en ese templo, en los primeros días de junio, se celebran las tradicionales Trecenas, que no son más que 13 días de bailes populares gratuitos en honor a San Antonio de Padua, patrono de los enamorados.
Con base en el catálogo sobre los bienes sacros de ese templo, se supo que en total fueron 21 óleos sobre tela de diversas dimensiones y tres esculturas las que se llevaron los delincuentes, así como una cruz de madera de aproximadamente 1.64 centímetros de altura con letras metálicas.
Los hechos quedaron asentados en la averiguación previa PGR/TLAX-5»/208/2005, en contra de quien o quienes resulten responsables del delito de robo de arte sacro, según informó la dependencia federal a través de un boletín de prensa.
Entre los óleos sustraídos se encuentra uno de la virgen de Guadalupe del siglo XVII que mide 1.65 por 1.10 metros. También figura un lienzo de “La Sagrada familia” de casi dos metros de altura, pintado en el siglo XVII por Joseph Ax. IX, así como una pintura de San Miguel Arcángel elaborada en esa misma centuria.
La lista de lo robado la completan los óleos de Santa Teresa de Jesús, de una virgen, del nacimiento de Jesús; otro de María, José y el niño Jesús; La adoración de los reyes al niño Jesús, uno más de San Rafael Arcángel, otro de San José Cargando a Jesús, así como ocho pinturas de pequeñas dimensiones que forman parte de la colección denominada “Los milagros de San Antonio”, entre otros.
Todas esas pinturas, según los datos del catálogo respectivo elaborado en coordinación por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y las autoridades eclesiásticas y culturales del estado, datan de los siglos XVII y XVIII.
El óleo que al huir del templo dejaron en una banca los ladrones se titula “Milagro de San Antonio en la hostia” y data del siglo XVII.
Los delincuentes también se llevaron una escultura –mide aproximadamente 80 centímetros de altura y 70 de ancho– que es copia de la original del patrono de ese lugar que data del siglo XVIII y tallada en madera policromada, con todo y el niño Jesús que carga San Antonio. La vestimenta de ambos la dejaron abandonada en el interior del templo.
Esa lista se completa con una escultura más, también tallada en madera, del niño Jesús.
“El robo de arte sacro en San Antonio representa una pérdida incalculable, la más grande hasta ahora en Tlaxcala. El descuido y la imprudencia de quienes se encargan de vigilar los templos es lo que contribuye a que se presenten este tipo de situaciones”, lamentó en ese entonces el obispo Jacinto Guerrero Torres.
Por su parte, el entonces presidente municipal de Huamantla, Eduardo Bretón Escamilla lamentó que “los traficantes de arte nos están pegando mucho, sobre todo en esta zona de la entidad. (Quien comete esos delitos) es gente que conoce perfectamente bien lo que guarda cada templo. Desafortunadamente, los policías municipales que hacen los rondines por la ciudad no se dieron cuenta de nada y (los ladrones) nos sorprendieron como sorprenden a todos los que roban”.
De las piezas de arte sacro robadas ninguna ha sido recuperada hasta la fecha.
© 2025 ÍNDICEMEDIA
