Porfirio y Anabell; Lorena y Mario

14 octubre, 2020

Vaya que la crisis interna que vive Morena trae preocupado a más de tres aspirantes a la Gubernatura de Tlaxcala, pero sobre todo a Lorena Cuéllar Cisneros.

Y es que la disputa de dos militantes de este instituto político como Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado Carrillo, pone en aprietos a la actual «súper delegada».

Cuéllar Cisneros, tiene su afinidad -bien marcada- con el también líder de la bancada de Morena en San Lázaro Mario Delgado a través de su lazarillo, Rubén Terán Águila quien se dedica a hacerle fiestas en la Cámara Baja.

La aspirante a la primera magistratura del estado, está sabedora de que en caso de que llegue Porfirio Muñoz a la dirigencia nacional de Morena, representaría un obstáculo.

Recordemos que el pasado 16 de enero al recibir las llaves de la Ciudad de Tlaxcala, por parte de la alcaldesa capitalina, Anabell Ávalos Zempoalteca, Muñoz Ledo, expresó tajante «no soy destapador de candidaturas, apenas si soy orador».

Al término del evento oficial, el político mexicano dijo a reporteros que Ávalos Zempoalteca y la primera regidora Irma Pluma, son «buenos elementos», pero a quien le correspondía sufragar por la decisión sería a la ciudadanía.

Lo anterior, no cayó bien a Lorena Cuéllar y mandó a Terán Águila, su lacayo a declarar en algunos pasquines digitales que era intrascendente el comentario realizado por Muñoz Ledo, quien tiene afinidad con la aspirante priísta a la Gubernatura.

Esto habla de que Lorena Cuéllar, podría enfrentar su primer tropiezo en su búsqueda por la titularidad del Poder Legislativo, en caso de que Porfirio Muñoz resulte ganador de la tercera encuesta.

No obstante, la servidora pública le ha prendido una vela al santo de su devoción para que Mario Delgado, gane la tercera encuesta, pero aún así no toda la corriente de Morena estará de su lado en caso de ser la ungida.

Lorena Cuéllar tiene dos defectos reales en política. El primero que no es disciplinada, razones por las cuales salió del PRI y PRD, y la segunda, es su soberbia, aspecto que el grueso de la sociedad no conoce porque lo esconde bajo su rostro.

En un escenario preelectoral las cosas dentro de este instituto político no están del todo bien para Lorena Cuéllar, lo único que se sabe es que este partido llegará fragmentado.

En un primer momento, por la elección del dirigente nacional y más adelante será por la elección de candidatos a la Gubernatura, Alcaldías, Diputaciones Federales y Locales.

Por lo pronto, los suspirantes viven los días más amargos de la existencia de Morena, cuya fusión parece pender de un hilo.

Esos vientos de unidad soplan en medio de un turbulento panorama político. Varios de los morenistas esperan que el paso del huracán pase pronto, de lo contrario sus efectos serán devastadores. Tiempo al tiempo.

Escribe Javier Conde

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