18 septiembre, 2019
Otra jornada violenta se registró este fin de semana en el estado. Balazos, ejecutados y los robos marcaron la escena sangrienta de la cual el Gobierno Estatal, a través del responsable de la política interna, Aarón Pérez Carro trata de minimizar.
Vaya que el secretario de Gobierno, y el mismo procurador General de Justicia del Estado, Antonio Aquiáhuatl Sánchez, no le abonan absolutamente nada al tema de la seguridad que requieren los ciudadanos.
Lo cierto, es que en las calles de Tlaxcala hay secuestros, homicidios dolorosos, robos, linchados y otro tipo de delitos, a lo cual ambos chalanes del Ejecutivo Estatal, creen o bien intentan ofender la inteligencia de la sociedad con declaraciones que rayan en el cinismo.
Si ambos funcionarios piensan que evadiendo la realidad obtendrán el aval ciudadano le harán un mal a la actual administración estatal, que encabeza Marco Antonio Mena Rodríguez, pues vaya que como funcionarios le han quedado a deber a los tlaxcaltecas.
También es una lástima que la “cifra negra” en materia de delitos crezca en la entidad, pues hay temor y hasta indiferencia para denunciar cualquier ilícito. Obviamente esos delitos no los suma el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Si a todo esto se le suma la actuación polémica de varios jueces y magistrados que han liberado a delincuentes, inexplicablemente o bajo consigna, entonces la maña de otros estados ha comenzado a ver en el estado, como un paraíso.
Además, sería ingrato no reconocer que Eduardo Valiente Hernández, secretario de Seguridad Ciudadana está haciendo su chamba al frenar robos a trenes, y otros delitos que han cimbrado a la sociedad.
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