¿Ruptura?

14 junio, 2019

Los que asistieron al 38 Aniversario Luctuoso de don Emilio Sánchez Piedras en la ciudadanía de Apizaco dicen que el saludo entre el actual mandatario estatal, Marco Antonio Mena Rodríguez y su antecesor Mariano González Zarur fue muy frío.

El primero con una sonrisa estrechó la mano del segundo un tanto parco. La sucesión de 2016 fue abrupta entre ambos, aún cuando el ex gobernador se impuso por encima de las decisiones cupulares del PRI.

Sin embargo, quienes conocen a González Zarur afirman que no buscó protagonismos, mucho menos quiso hacer declaraciones a la prensa.

Los que conocen más allá de la vida política a Mariano, aseguran que solo cumplió con ir para recordar a Sánchez Piedras a quien fuera su padre político.

Está claro que el evento pasó a segundo término, y González Zarur fue el personaje principal, envuelto en una barba cana, sonriente a veces y parco casi siempre. Así es su estilo, genio y figura hasta la sepultura.

Y por supuesto a un Marco Antonio Mena, sonriente, seguro de sí mismo. Se quiera o no, el actual mandatario gobierna con un 50 por ciento de los funcionarios que le sirvieron a su antecesor.

Lo cierto, es que la familia priista se le vio alicaída, sin los egos rimbombantes del antaño; uno que otro panista y morenista se dio cita en el parque central de Apizaco.

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