Dos años y cinco meses

21 mayo, 2019

Llega la mitad de la actual administración estatal y los claroscuros en los diversos temas, problemáticas y necesidades de los tlaxcaltecas no pasan desapercibidos.

La conmemoración de los 500 años del encuentro Tlaxcala-España ha acaparado la atención de un Gobierno del Estado que a lo largo de dos años y casi cinco meses ha dado la sensación de que nada avanza o lo hace lentamente.

Tres grandes obras de infraestructura sin duda marcarán la administración de Marco Mena, pero tal vez no sean suficientes para combatir esa imagen de un Ejecutivo ausente en temas como la trata de personas y la alerta de género que tanto ruido causan entre las organizaciones de la sociedad civil (OSCs).

Tampoco en el tema ambiental, con las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que aún no se han cumplido a cabalidad, como también lo han señalado las OSCs.

Recién el Gobierno del Estado ha puesto en marcha una campaña encaminada a realizar faenas para limpiar la basura que se acumula en terrenos, barrancas y zonas con vegetación.

Sin embargo, fue devuelto al Congreso un proyecto de decreto para prohibir el uso de unicel y plástico en los comercios; tampoco se ha visto una auténtica voluntad para sumar en torno a la problemática del Atoyac-Zahuapan, como tampoco la ha habido en administraciones anteriores.

Lamentable, puesto que los efectos en la salud ya son notorios y, de no controlarse, vienen altos costos para la sociedad tlaxcalteca en un futuro, por lo que se refiere a la productividad, el empleo, la educación y el crecimiento económico.

Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) dan cuenta de una disminución de denuncias en todos los rubros (26.22 por ciento en el acumulado de los primero cuatro meses de 2018 y 2019).

En tanto que la percepción de inseguridad, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi, presentó una disminución de 3.8 por ciento en el mes de marzo, con relación a diciembre de 2018.

Sin embargo, las notas periodísticas y las charlas cotidianas no dejan de mostrar una latente preocupación por el tema de seguridad pública.

Por otro lado, hoy se anunció la puesta en marcha del programa «Supérate», basado en la experiencia exitosa de 20 países (así lo hizo saber el gobierno estatal); ojalá no sea otra política formulada desde el escritorio, pero que no tiene un impacto real en la vida de las familias.

Para nadie se escapa que la cohabitación, ocasionada por el legislativo con mayoría opositora, así como la exagerada cautela ante el Gobierno Federal, han dejado frío a más de uno. Por ello, el mandatario (junto a toda la clase política) necesita despertar del letargo y no sólo dejarse llevar por la inercia del contexto nacional.

Resta menos de media administración y aún quedan muchos retos. Algunos, me queda claro, que no es posible cumplir en dos años y un par de meses, en cuatro años o en una década. Pero aún queda tiempo suficiente para cambiar esa percepción de ausencia y de avance lento.

Escribe Zurya ESCAMILLA/ Redacción

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