Visita presidencial, acto circense

01 febrero, 2019

La visita del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador terminó por convertirse en un acto mercader y que puso en evidencia la falta de cultura, sobre todo de aquellos maestros que buscan su reinstalación.

Resultaría vergonzoso que esos mismos profesores regresaran a las aulas a impartir clases porque seguramente les enseñarían a sus alumnos a ser rijosos y a faltarle el respeto a las autoridades, y más aún a lo que significa la investidura presidencial.

Coincido con algunos morenistas, entre ellos, con Joel Molina Ramírez líder estatal de ese instituto político que las rechiflas de ayer en la primera visita de Andrés Manuel López Obrador, al estado representaron una falta de respeto.

Sin embargo, dentro de las esferas de la administración federal, como los «servidores de la nación» se reían cada vez que las gargantas de la deshonra abucheaban al jefe del Ejecutivo Estatal. ¿Esos son los hijos de la 4-T?…

Trascendió que en el gobierno estatal, ya tenían el reporte de que alguien desde Morena y la administración federal utilizaría tal evento para denostar en contra del gobernador.

Bajo este escenario quedó en evidencia de que ese alto funcionario (a) aprovechó la popularidad de López Obrador para convertir la visita presidencial en un acto circense y mercader.

Es lamentable, como dice la frase del exgobernador de Tlaxcala, Tulio Hernández Gómez, que «tanta democracia nos partió la madre».

Es absurdo, que el ahora mandatario federal haya degradado sus eventos oficiales a mítines políticos. ¿El presidente aún trae la boleta en mano para 2021?

Y cómo estarán las cosas que la secretaria de Bienestar, María Luisa Albores que felicitó -vía WhatsApp- a la «súper delegada-coordinadora», Lorena Cuéllar Cisneros de lo bien organizado que estuvo el evento.

Es decir, la funcionaria federal terminó por aplaudir las ofensas hacia el Ejecutivo Estatal, y lo peor del caso es que no quiso ver la protesta de padres de familia y propietarios de estancias infantiles realizaron.

Qué decir de Lorena Cuéllar, envuelta en total protagonismo; desde la mañana se sentía princesa y con su corto-corto, largo-largo saludaba a todo aquel que le coqueteaba.

Pasó, lo que pasó en la primera polémica visita presidencial, pero lo cierto es que en el aplausometro a la diputada federal con licencia no le fue muy bien.

Y otra, las protestas de habitantes de Ixtenco hacia los diputados locales de Morena, fueron claras por supuestamente «solapar» a Miguel Ángel Caballero Yonca. ¿Tampoco eso vio AMLO?… Así están los hijos de la…

Escribe JAVIER CONDE

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