Los frenos y contrapesos del Poder…

21 febrero, 2019

Poco más de un sexenio ha tenido que pasar para que las autoridades del gobierno estatal y de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (Uatx) dieran paso a una relación más «cordial».

Relación que se vio mermada por un revanchismo personal que pudo más que la institucionalidad e incluso lo establecido en la ley.

Como en la ruptura de relaciones personales, aquí los más afectados fueron alumnos, docentes, investigadores y personal de la Uatx, pero también del Ejecutivo.

En columnas anteriores he abordado el tema de los frenos y contrapesos del poder; sin duda, la academia debería constituirse como un bastión importante para generar investigación que permita a los gobiernos trabajar sobre los problemas sociales.

Todos los males que nos aquejan deben evidendencirse desde la rigurosidad de la ciencia y, por ello, las instituciones de educación superior son fundamentales.

También, ante los vicios que durante muchos años se han arraigado en la máxima casa de estudios de la entidad; lo que se requiere es un gobierno y un legislativo no que obstaculicen, pero sí que vigilen.

La actual administración estatal enumeró entre sus principales ejes a la educación y en el estado no podría hablarse de este tema si no se habla de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

El gobierno federal ha anunciado la construcción de dos nuevas universidades en la entidad, pero esto no puede significar que se haga a un lado lo que ya existe.

Efectivamente, hace falta mejorar en muchos rubros; pero al tratarse de una institución pública, la sinergia que pueda haber con los demás entes es fundamental no sólo para alcanzar las metas, sino para lograr egresados mejor preparados y con mejores oportunidades.

Escribe Zurya ESCAMILLA DÍAZ

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