07 noviembre, 2018
La diputada local, Zonia Montiel Candadena y la nueva consejera del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), Erika Periañez Rodríguez, andan insoportables.
Ambas no tienen empacho en decir que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), sigue mandando en las instituciones públicas.
Es una lástima que el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), no haya analizado el pasado político de la ex alcaldesa de Terrenate quien mantiene nexos con el tricolor.
Lo peor del caso, es que la ahora funcionaria electoral podría incidir en acciones poco claras en las próximas elecciones estatales de 2021.
Ambas mujeres a parte de ser “amiguis del alma” también son parientas, presumen que el actual gobierno estatal tiene el poder de incidir en la toma de decisiones tanto en el Congreso Local y en el propio organismo electoral.
Por lo pronto, la población ya se dio cuenta que algunos diputados dóciles de Morena y del PT han rendido culto al Poder Ejecutivo.
Una clara muestra, es la sumisión del presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política (JCCP), Víctor Baez López quien resultó ser un chalán más de palacio de gobierno.
Está claro que ambas ya se subieron a su ladrillito, pero está claro que la legisladora ha sido sumamente gris en su desempeño, y en el caso de la consejera ya veremos cómo se desempeña.
Por cierto, dicen que ambas han negado en más de una ocasión su origen político, por lo que en los círculos políticos les llaman las modernas “judas”.