Los morenistas de doble moral

24 septiembre, 2018

Con bombos y platillos, varios «morenistas» anuncian la visita de Andrés Manuel López Obrador. Se auto proclaman voceros de quien será el próximo presidente de México, a partir del primero de diciembre venidero.

Son esos mismos «morenistas» quienes se han dedicados en los últimos días a recomendarles a sus lacayos que golpeteen, sin ton ni son a quienes no comulgan con sus falsos ideales de izquierda.

Ojalá, López Obrador no solamente venga -este martes- de visita a Tlaxcala, y exprese lo que proyecta para su nuevo gobierno sino que tome unos minutos para ver lo que ocurre en Morena, con aquellos militantes rastreros.

Es lamentable, que la dirigencia estatal de Morena, y uno que otro «líder» provoquen la división cuando será el partido en el poder.

Los golpes bajos se sabe de dónde provienen, quienes son los cobardes que utilizan palabras para ofender a través de textos rastreros que hacen circular a través de sus teléfonos celulares.

Sin embargo, tiempo al tiempo esos mismos «morenistas» tarde o temprano alguien les quitará la máscara y entonces sí López Obrador, se enterará de lo que ocurre en su franquicia de Tlaxcala.

Estamos seguros que el próximo martes todos esos lacayos y esos comandantes de la doble moral estarán sonrientes, lamiendo las botas a la coordinadora estatal, Lorena Cuéllar Cisneros y a López Obrador, pero ellos saben que no podrán sostener su cobardía oculta.

Insistimos, sería importante que López Obrador, se dé cuenta lo que pasa en los municipios donde ya existen signos de inconformidad por parte de militancia relegada, donde muchos traidores a ese partido ya se sienten promotores del censo poblacional y hasta gestores de pacotilla.

Andrés Manuel, debe poner orden en Morena donde los excesos, la doble moral, la falta de respeto a acuerdos y una carretilla más de anomalías. Joel Molina, debe amarrar a sus canes mordelones, él sabe a qué nos referimos.

En términos generales, esos morenistas timoratos parecen caníbales, varios de ellos con una cobardía que la comen en su casa y la descargan en cualquier sanitario. No se atreven a hablar de frente.

Redacción

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