17 agosto, 2018
En una actitud que no deja de sorprender, los actuales diputados locales recularon en su acción de restituir el voto a los actuales presidentes de comunidad de Tlaxcala, y ahora salieron con el cuento de que será hasta 2021, cuando surta efecto.
Es una calamidad, por parte de los legisladores “chimoltrufios” porque como dicen una cosa, también dicen otra.
El martes pasado se vanagloriaron en regresarle nuevamente tal facultad a alrededor de 400 presidentes comunitarios de Tlaxcala.
Ayer, salen con su babosada de recular, y modificar un artículo transitorio para bajarle los ánimos a las actuales autoridades. Un yerro más, una raya más al tigre.
Lo anterior, es un claro ejemplo del desaseo con que se ha conducido la actual legislatura, y las aberraciones que han cometido como aprobar dos dictámenes en el pleno por el caso Ixtenco.
Hay diputados que sólo buscan saciar sus ambiciones personales, y enfrascados en buscar la gubernatura en 2021.
Lo más chistoso del caso es que algunos no ganaron en su intento por reelegirse, de buscar escaños federales o ganar distritos apoyando a sus «cuadernos» para mantener sus feudos como el caso del «plural hablantín», Juan Carlos Sánchez García, quien adoptó el mote de una marca de trusa para hombres.
Lo mejor de todo, es que los actuales legisladores ya se van en unos días, y volverán a ser unos ciudadanos comunes y corrientes; entonces ya sin el poder de su fuero, no tendrán vergüenza para ver al pueblo que reprueba su actuar.
Veremos qué pasa en su canija ambición por aprobar temas álgidos del programa legislativo, y más aún cómo saldrán de la actual legislatura, donde la casa del pueblo, la han convertido en un palacio de reyecillos.
Lo cierto, es que se irán por la puerta trasera, y ya veremos si hacen efectivo el «Año de Hidalgo… chin… el que deje algo».
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