Huamantla, ciudad sin ley

09 agosto, 2018

Es absurdo que el alcalde de Huamantla, Jorge Sánchez Jasso, no entienda el concepto de “Pueblo Mágico”, y que su esposa ordene -dicen por ahí- a sus huestes mediáticos a ofender a la ciudadanía que se opone a actitudes retrógradas, y que no abonan al desarrollo colectivo.

Hacer bailes públicos, en pleno centro de la ciudad que tiene más de cuatro siglos de historia, muestra como actitudes populistas e ignorantes pueden más que promover el desarrollo cultural de pueblo que tiene probada historia a nivel estatal, nacional e internacional.

Está claro que en Huamantla, no manda el “señor alcalde” sino su esposa Gabriela Escamilla Pérez, la “señora presidenta», quien comulga con la incongruencia.

Es decir, cuando fue regidora en la época de Carlos Ixtlapale Gómez, era la que se oponía a toda acción de la autoridad municipal.

La mujer priísta se encolerizaba, daba declaraciones a la prensa, sin ton ni son, hacia escándalo ante diputados locales, solo porque buscaba el protagonismo y la alcaldía, aspecto que Mariano González Zarur, le negó.

Desde su trinchera explotaba en contra de un presidente municipal -que por cierto jamás abonó en nada al desarrollo de la comuna-, y que su propio actuar lo llevó a reprobar una de tres cuentas públicas.

La mujer alzaba la voz ante el desorden social y financiero que según ella había en el ayuntamiento y que jamás probó ante el Congreso Local y el Órgano de Fiscalización Superior (OFS).

En términos generales, “la doña” navega con una doble moral, y que tanto daño le hace a Huamantla, a sus ciudadanos y a su tradicional feria.

Un sector de la sociedad, no se opone a que haya un teatro del pueblo, sino a la forma en cómo es organizado el mismo. Además, es triste observar cómo el Centro Expositor luce semi vacío a seis días de que se inauguró la feria.

Sin embargo, llama la atención el silencio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la Diócesis de Tlaxcala e incluso del gobierno estatal, instancias que han coincidido que realizar bailes públicos frente a edificios antiguos pueden provocar un riesgo para la población y para la misma infraestructura.

El templo de San José, en la capital del estado, sirvió como ejemplo ante los daños que sufrió por el sismo del pasado 19 de septiembre.

El delegado del INAH, Eduardo Emilio Velázquez Gallegos y el actual obispo, Julio César Salcedo Aquino, dejaron claro los estragos que pueden hacer los altos decibeles en monumentos históricos. ¿Acaso Sánchez Jasso no lee?…

El hecho de que “la doña” dicen dentro del propio
ayuntamiento que mande a sus huestes, lamebotas y empleados de la comuna a despotricar -en las redes sociales- en contra ciudadanos que sólo buscan el proceso y orden en un pueblo la deja mal parada.

En el centro de Huamantla abunda la basura, el ambulantaje, la contaminación auditiva, los robos a comercios, y es lo que el turismo podrá encontrar en días de feria. Una duda, ¿El gobierno federal no cuida tal aspecto en un «Pueblo Mágico»?…

Hay que recordarle al ex regidory ahora encargado de la Cultura en Huamantla, Hugo Monterrosas, que no escriba con las vísceras porque luego se mete en problemas legales.

Acaso ya no recuerda cuando fue aprehendido por elementos de la entonces policía ministerial, cuando el ex director de Seguridad Pública, Octavio López Cuéllar, lo denunció ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), por difamarlo e injuriarlo.

Además, sería bueno que “el doc” se regresara a la primaria, y le dieran clases de ortografía y que deje de ser paladín de “la doña” solo por cuidar su chambita. Ya veremos cómo reaccionan los huestes mediáticos de la «señora presidenta».

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