Llama Fray Julián Garcés, a tener más conciencia sobre la prevención de la trata

26 julio, 2018

El próximo 30 de Julio se conmemorará el Día Mundial contra la Trata de Personas. Esta fecha es resultado de la reunión realizada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2013, en la que a través de la Resolución A/RES/68/192/2013,1 expresa su preocupación “por el hecho de que, a pesar de las medidas sostenidas que se han adoptado en los planos internacional, regional y nacional, la trata de personas sigue siendo uno de los problemas graves que afronta la comunidad internacional…”.

Señalando además que “todos los Estados tienen la obligación de actuar con la debida diligencia para prevenir e investigar la trata de personas y castigar a los responsables, así como de rescatar a las víctimas y tomar medidas para protegerlas, y que toda omisión a este respecto constituye una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las víctimas y menoscaba o anula su disfrute”.

Esta fecha, como lo establece la propia resolución en la medida número 5, busca responder a “la necesidad de crear mayor conciencia de la situación de las víctimas de la trata de personas y de promover y proteger sus derechos…”.

México (así como sus entidades federativas) al ser un Estado parte que firmó y ratificó el Protocolo de Palermo, se encuentra obligado a implementar todas las medidas necesarias para prevenir que las personas lleguen a ser víctimas de este delito. Además, debe garantizar la protección de las víctimas, incluidas sus familias, y está obligado a castigar a todas aquellas personas que lucran con las vidas de los seres humanos, especialmente las mujeres y las niñas.

Como dirigente de la Iglesia Católica, el Papa Francisco ha sido insistente en llamar a toda persona de buena voluntad para actuar ante este problema. En enero pasado, durante su visita a Perú, señaló que “no se puede naturalizar la violencia hacia las mujeres, sosteniendo una cultura machista que no asume el rol protagónico de la mujer dentro de nuestras comunidades. No nos es lícito mirar para otro lado y dejar que tantas mujeres, especialmente adolescentes sean pisoteadas en su dignidad”.

Juan FLORES/ Redacción

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