Busca UNAM fortalecer cultivo de maguey en laboratorios de Tlaxcala

24 mayo, 2018

Durante siglos, el paisaje del Altiplano mexicano se ha moldeado por la presencia de miles de magueyes y agaves. Y cuando decimos moldeado, es porque esta planta ha jugado un papel crucial para evitar la erosión de los suelos, una vez que se implantaron la agricultura de temporal y la ganadería extensiva, sobre todo desde el periodo colonial hasta nuestros días.

Además, desde hace al menos siete mil años, estas plantas han alimentado y vestido a los grupos humanos que se han asentado en lo que ahora llamamos México.

En su momento, zonas como los llanos de Apan, en Hidalgo, o las planicies de Calpulalpan, Nanacamilpa y Tlaxco, en Tlaxcala, vieron extenderse a estas plantas, de las que se obtiene el pulque, una bebida sagrada entre los pueblos prehispánicos, y que durante siglos mitigó la sed de millones de personas. Con el maguey hubo una importante bonanza económica, materializada en las haciendas pulqueras de Hidalgo y Tlaxcala. Luego vino un notorio declive, cuando se popularizó el consumo de cerveza, emparejado con la construcción de varias leyendas negras contra el pulque, contra el que se emprendió una auténtica campaña de desprestigio.

Pero lejos de desaparecer, el maguey persiste.

Laboratorio singular

Montado en lo que alguna vez fue una de las más famosas fábricas de productos textiles de Tlaxcala, conocida como San Manuel, el Laboratorio Regional de Biodiversidad y Cultivo de Tejidos Vegetales, ayuda a mantener en pie al maguey.

Este centro de investigación forma parte de la Unidad de Tlaxcala del Instituto de Biología de la UNAM (IB). Una de las especialistas que trabaja aquí es la Dra. Ana Laura López Escamilla, quien detalla para El faro en línea los objetivos de este laboratorio de reciente creación.

El centro se origina a partir de un convenio entre el gobierno del estado de Tlaxcala y el IB, debido a que la administración local se encuentra muy interesada en que se impulse nuevamente la propagación del agave pulquero, nos explica la investigadora. La singularidad del laboratorio es que utiliza técnicas no convencionales de propagación, a partir del cultivo de tejidos vegetales. Este laboratorio está siendo fuertemente apoyado por el gobierno del estado y otra parte por el Instituto de Biología, recalca.

Magueyes de laboratorio

Los trabajos de investigación ejecutados en el  Laboratorio de Tejidos y de Biodiversidad que opera la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) en Tlaxcala, son resultado de un convenio establecido con el Gobierno del Estado, que comienzan a mostrar resultados en beneficio de la conservación y propagación del maguey nativo de la entidad, a través de técnicas de plantación asistida.

Así lo informaron las investigadoras Ana Laura López Escamilla y Alma Yadira Martínez Rendón, quienes están a cargo de los trabajos que se realizan en este laboratorio en materia de flora endémica de la región tlaxcalteca, pues el objetivo es contribuir a su conservación.

Las especialistas detallaron que actualmente este laboratorio, el cual se ubica en el municipio de Santa Cruz Tlaxcala, cuenta con lote de 200 magueyes reproducidos con la técnica in vitro o plantación asistida, los cuales se encuentran en el invernadero a la espera de ser plantados en campos de cultivo.

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