Ya se veía venir…

01 febrero, 2018

Hace tiempo el ex gobernador del estado, Alfonso Sánchez Anaya dijo en una entrevista que concedió a este medio de comunicación que la alianza que formó en 1998, para acceder al poder no rindió los frutos que esperaba.

La razón que dio el gobernante es que la “chiquillada” no estaba comprometida con las causas comunes del pueblo, pero eso si estaba “enamorada del poder”, y que ese mismo amor lo vendía muy caro y al mejor postor.

Es así, como están las cosas en estas elecciones donde parece que el partido Movimiento Ciudadano y del Partido del Trabajo (PT), quieren llevarse un buen reparto del pastel cuando su número de militantes es casi nulo.

Y es que la clase política de Tlaxcala conoce realmente quienes son los líderes de ambos partidos política -Refugio Rivas y Jesús Portillo- dos seres que en la práctica son unas veletas y que siempre buscan raja.

Los mismos políticos saben que ambos personajes les da lo mismo estar con unos y con otros, pero para desgracia del pueblo han ocupado y ocupan espacios dentro del Congreso del Estado.

Ambos seres lamentablemente no han abonado nada positivo a la política mucho menos a la democracia, y por ello, el PAN, PRD y ahora Morena no han alcanzado acuerdos -en lo local- con dichas franquicias poco rentables.

Ojalá, sean los propios ciudadanos quienes pongan en su lugar a dos partidos que viven gracias al pago de nuestros impuestos, pero que sobreviven porque no están comprometidos con las causas del pueblo. Ambos rompimientos, con ambas coaliciones ya las veíamos venir.

Lo mismo le pasa al PRI, con sus pajes -PANAL y PVEM-, partidos que venden su amor muy caro porque sabe que sus votos son oxígeno puro para poder ganar.

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