08 enero, 2018
Cuando escribimos que la coalición integrada por el PRD, PAN, MC y PAC, vive una aparente unidad, sostenemos que la suma de votos de dichos partidos podría fracasar y desde luego, estallar una división más adelante.
Lo anterior, dependerá de la decisión que tomen los grupos en el interior de dichos partidos políticos tanto a nivel nacional como estatal.
Llama la atención que los lideres de los dos primeros institutos en Tlaxcala, andan repartiendo candidaturas a las diputaciones locales cuando ni siquiera saben si dicha decisión recaerá en sus sedes nacionales.
“Los hermanos Lelos”, Carlos Carreón Mejía y Juan Manuel Cambrón Soria, también andan pregonando que el pastel será muy grande en el Gobierno Federal, una vez que ganen las elecciones de 2018. ¿Triunfarán?…
Es decir, a los cuates y a los grilleros les han prometido delegaciones federales a cambio de que no se vayan a Morena o al PRI, pero lo cierto es que su unidad pende de un hilo.
Tan es así, que el evento de Ricardo Anaya, el pasado sábado no congregó a toda la onda grupera del PAN mucho menos a las tribus del PRD, lo que evidencia que la “unidad” solamente es una simulación dentro de la Coalición “Por México al Frente”.
Por ello, en el interior de Acción Nacional y del sol azteca, se comienza a vivir una verdadera tensión en el reparto de candidaturas. Santiago Sesín, Gelacio Montiel se han convertido en la sombra de Alberto Amaro quien cree que ya tiene amarrada la candidatura misma al Senado.
Lo mismo piensa, Minerva Hernández, pero lo contrario dice Aurora Aguilar y Guadalupe Sánchez, y si nos vamos al resto de las posiciones que se jugarán encontraremos un verdadero show político porque hay muchos tiradores y pocas liebres.
Se argumenta que las encuestas definirán la mayoría de las posiciones a disputarse, pero otros creen que es el cúmulo de negociaciones para sostener esa “unidad”.
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